RELEVO EN LA CASA BLANCA

Con la llegada de Obama renace la esperanza

Más de dos millones de personas acompañaron frente al Capitolio al primer - Obama prestó juramento sobre la Biblia de Abraham Lincoln, el presidente que abolió la esclavitud - "¿Preparado, senador?", le preguntó el presidente del Tribunal Supremo cuando le tomó el juramento "Juro solemnemente defender la Constitución...". Con estas palabras, Barack Obama entraba en la Historia como el primer presidente negro de EE UU y el Capitolio, y todo Washington, se convertía en un éxtasis.

Diario de Navarra, MACARENA VIDAL . EFE. WASHINGTON, 21-01-2009

Más de dos millones, las primeras desde la madrugada, se concentraron ante el Capitolio, y a lo largo del Mall el largo parque que comunica la sede del Congreso con el Monumento a Lincoln a través del centro de Washington para asistir a la ceremonia de investidura más anticipada de las últimas décadas.

Estaban los congresistas y senadores, los altos jueces y miembros del Estado Mayor, así como los ex presidentes.

Y una pléyade de famosos. La cantante Beyoncé, el rapero Kanye West, o el músico Jay-Z vestido con traje, quien declaraba a la prensa que “nunca pensé que me vería aquí. Es una sensación increíble, un día precioso para Estados Unidos”.

Contra el frío

También estaban muchos de los que, en condiciones normales, tampoco contarían. Ezra Mills, un ex soldado de 79 años de raza negra, recordaba con lágrimas en los ojos su infancia segregada en Alabama.

Todos ellos desafiaron las gélidas temperaturas reinantes ayer en la capital estadounidense, donde la sensación térmica era de nueve grados Celsius bajo cero, para asistir a un hecho histórico que muchos de ellos admitían que no creyeron que llegarían a ver.

La llegada del ex presidente Bill Clinton y su esposa, Hillary, fue acogida con una enorme ovación. Unos aplausos corteses recibieron a George Bush padre. El presidente saliente, George W. Bush, fue acogido en las gradas con un elocuente silencio y con fuertes abucheos entre las masas en el Mall.

Obama y familia

El entusiasmo se desbordó con la llegada de Obama, al que habían precedido sus hijas Malia y Sasha y su esposa, Michelle.

Con el Capitolio cubierto de banderas y completamente engalanado, la senadora Dianne Feinstein, como presidenta del Comité de Investidura del Congreso, inauguró la ceremonia al dar la “bienvenida a la investidura del presidente número 44 de Estados Unidos”.

El pastor Rick Warren, cuya selección vino rodeada de polémica debido a su oposición al matrimonio homosexual, pronunció una oración en la que aseguró que “hoy, Martin Luther King el gran defensor de los derechos civiles está gritando de alegría en el cielo”.

La estrella del “soul” Aretha Franklin interpretó la canción My Country, This is of Thee y los virtuosos Yo-Yo Ma, al violoncelo, la venezolana Gabriela Montero al piano y Yitzak Perlman al violín interpretaron una pieza del músico John Williams compuesta especialmente para la ocasión.

Los juramentos

El vicepresidente, Joe Biden, juró ante el juez del Supremo John Paul Stevens, con voz firme y mientras su esposa, Jill, le sostenía la Biblia.

Era el turno de Obama. “¿Preparado, senador?”, le preguntó el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, que le tomó juramento sobre la Biblia en la que el presidente que abolió la esclavitud, Abraham Lincoln, también juró respetar la Constitución.

El nuevo presidente pareció trastabillar al comenzar a pronunciar el juramento, lo que motivó su sonrisa y la del presidente del Supremo.

Una nueva era

Una salva de cañón, y el delirio del público, siguió a la frase “Enhorabuena, señor presidente”, con la que Roberts saludó al nuevo jefe de Estado.

El nuevo presidente, serio, recordó en su discurso los problemas que afronta el país en estos momentos. Pero “superaremos esos desafíos”, prometió.

“Ha llegado el fin de la era de las quejas mezquinas, de las falsas promesas” en la política de EE UU. Va a comenzar, continuó entre aplausos, “una nueva era de responsabilidad”. Todo el discurso fue un llamamiento al cambio y la esperanza.

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