J. RAMÓN GONZÁLEZCABEZAS – Barcelona

El empleado de nacionalidad española opta más por la indemnización y el seguro de desempleo
“La economía española está abocada a una caída disruptiva hacia una recesión profunda y duradera”. Éste es el sombrío horizonte que traza el último informe económico de Esade, que destaca la flexibilidad laboral de los trabajadores inmigrantes en ese escenario de recesión. El estudio prevé en el 2009 una caída del PIB de hasta el 3%, una tasa de paro de casi el 20%, por encima de cuatro millones, y un déficit público del 7%. Según Esade, la luz del túnel no se verá hasta finales del 2010.

El estudio subraya que los trabajadores autóctonos están engrosando la condición de desempleados en mayor medida que la población inmigrante. “Los trabajadores inmigrantes tienen mayor adaptación a las nuevas condiciones del mercado de trabajo, en materia de reducción de los ingresos salariales, distribución del horario laboral y movilidad sectorial y geográfica”, subraya el informe. “El trabajador de nacionalidad española optará comparativamente en tales casos por acogerse a la indemnización por despido y a la protección del seguro de paro”. En todo caso, el paro registrado entre los extranjeros se duplicó el pasado año: del nuevo millón de parados acumulado en España en el 2008, más de 400.000 son inmigrantes, donde el desempleo excede el 17%, según las cifras de la EPA sobre el tercer trimestre del año. El estudio sostiene que la gran mayoría de ellos preferirá adaptarse a la nueva situación y subsistir en España antes que enfrentarse al incierto regreso a sus países de origen. “En cualquier caso, su tierra de acogida les abre más oportunidades laborales y vitales”, se dice. En el 2008, sin embargo, el flujo de repatriaciones, según el programa de retorno voluntario lanzado hace ya seis años por la secretaría de Estado de Inmigración, registró un significativo incremento del 54% hasta un total de más de 1.800 inmigrantes. El deterioro de la economía española explica sin duda este aumento.

El escenario parece más crudo cada día según las estimaciones de Esade. “El escenario del Gobierno está en el lado optimista, es el mejor de los peores escenarios”, sostiene el profesor Fernando Ballabriga, autor del estudio junto a su colega Xavier Mena. El informe dibuja para España la temida silueta de la letra L (caída brusca y nula recuperación por un tiempo prolongado) y aplaza para finales del año 2010 la recuperación de la actividad y la cración de empleo neto. “Se trata de la quiebra del modelo de crecimiento”, dice el informe ante el desplome del consumo privado y del sector inmobiliario. “La economía española planea sin combustible a la búsqueda de un aterrizaje de circunstancias”.