ENRIQUE FIGUEREDO – Barcelona
Los Mossos d´Esquadra se han conjurado para evitar cualquier incidente que pueda producirse antes, durante o después del partido entre Espanyol y Barcelona. Uno de los objetivos principales con los que se espera garantizar esa normalidad es evitar que la afición radical del Barça, los boixos nois, se acerque al Estadi Olímpic. En esta ocasión, el colectivo ultra barcelonista tiene prohibida la entrada al campo, decisión que se tomó después de los altercados registrados tras el último encuentro de Liga que enfrentó a los mismos equipos en el mismo escenario.

Los mossos que participan hoy en el nutrido dispositivo especial de seguridad tienen la orden de impedir que los boixos nois se acerquen al estadio, ya sea en grupos numerosos o individualmente. Las instrucciones son detectar a cualquier radical del Barça e impedir su traslado a la montaña de Montjuïc.En diferentes foros los boixos han pedido a sus seguidores que disimulen sus simbologías y han alardeado de poseer entradas.

Los diseñadores del dispositivo han puesto énfasis en dotar a toda la montaña de una mayor presencia policial para evitar enfrentamientos entre las aficiones si, finalmente, y a pesar de todas las medidas preventivas, llegan a tener contacto. Dicho dispositivo tratará de evitar cualquier otro delito que pueda darse en los aledaños. Así, los tres escenarios principales del dispositivo serán el Olímpic, la montaña de Montjuïcy aquellos lugares – bares principalmente-en los que tradicionalmente se reúnen los boixos nois antes de un encuentro. Los responsables del dispositivo de seguridad han prestado también atención al hecho de que entre la afición blanquiazul existe un malestar creciente por los malos resultados que está cosechando el Espanyol, por lo que la entrada y la salida del equipo anfitrión será también vigilada con celo especial.