Washington. Mientras el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, participaba en un multitudinario concierto con el que dio inicio la celebración del cambio de mando, un grupo de migrantes guatemaltecos se organizaba ayer para solicitar apoyo de la nueva administración que estará al frente de la Casa Blanca.

El intenso frío no fue impedimento para que millares de guatemaltecos se congregaran ayer en el monumento al ex presidente Abraham Lincoln (National Mall) y participaran en el primer concierto que dio inicio a la semana de celebraciones por el cambio de mando.

Algunos connacionales calificaron este evento como “celebración histórica”, porque Obama es el primer presidente afroamericano electo.

Olga Morales afirmó que el nuevo presidente abre una nueva era para todos en este país. Ella es una guatemalteca que emigró cuando tenía 7 años, junto con sus padres, y ahora tiene 20 años de residir en ese país.

“Espero que Obama pueda hacerle frente a la crisis económica, a la falta de empleo y a la reforma en el sector salud que está pendiente”, expresó Morales, al fina del concierto en el que participó el gobernante electo.

Yolanda Zepeda de Brewster, quien llegó a este país hace 33 años y ahora es propietaria de la tienda Xelajú, en el centro comercial La Unión, afirmó que la mayoría de guatemaltecos están más preocupados por enviar remesas a su familia, y esperan que las nuevas autoridades no “ignoren” los problemas que genera la migración, en particular a los 12 millones que carecen de documentos.

“Es la primera vez que veo a muchos guatemaltecos comprar tarjetas para llamar a sus familiares. Muchos me han comentado que no tienen interés en el cambio de gobierno, porque están más preocupados por sobrevivir”, añadió.

Jorge Sactic, representante del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala, refirió que la mejor forma de hacerle frente a la nueva administración es por medio de la organización comunitaria. Por ello, afirmó que desde hace varios meses buscan fortalecer las agrupaciones que ya existen y todas se han agrupado en la Asociación de Guatemaltecos Unidos (Agua).

El guatemalteco Rodulfo Santizo, miembro de Agua, quien reside en esta ciudad desde hace tres años, exhortó al presidente Álvaro Colom para que siga el ejemplo de sus homólogos de América Latina, como Felipe Calderón, de México, quien ya se reunió con Obama.

“¿Dónde está el presidente? Porque no lo vemos aquí, en Washington, solicitando apoyo para los guatemaltecos que tanto han sufrido por no tener documentos, separados de sus familiares y enviando remesas”, expuso Santizo.

Después de las celebraciones, los guatemaltecos se preparan para llevar a cabo la primera caminata a la Casa Blanca, junto con migrantes de otros países.

“Muchos vemos la transición como una oportunidad de cambio, y por ello no queremos desaprovechar ni un segundo. Por eso vamos a efectuar una marcha el primer día que Obama asuma el mando en la Casa Blanca”, aseguró Santizo.

Durante esta semana, los líderes guatemaltecos se unirán a la petición que la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas, en la que solicitan a Obama no solo que apruebe una reforma migratoria, sino que por medio de órdenes ejecutivas detenga las redadas y las deportaciones.

El guatemalteco Édgar Ayala, integrante de esta organización, opinó que el futuro presidente norteamericano tendrá la autoridad para firmar esas órdenes ejecutivas sin necesidad de que se someta a una votación en el Congreso.

Se calcula que 12 millones de indocumentados de diferentes países viven en Estados Unidos, de los cuales 1.5 millones son guatemaltecos.