NUEVA ERA EN LA CASA BLANCA Obama se muda auna mansión construida a finales del siglo XVIII con mano de obra esclava

Una casa con cimientos racistas

La Vanguardia, , 18-01-2009

EUSEBIO VAL – Washington. Corresponsal

ATRACCIÓN Los turistas siguen posando ante la verja, pero visitar la mansión es difícil

SALA POLIVALENTE Bush se despidió del país en la sala este, donde velaron a Lincoln y Kennedy
La Casa Blanca, una imagen universal de la democracia estadounidense, esconde en sus cimientos el mismo pecado original, muy grave, con que nació la república: la esclavitud. La mansión presidencial fue construida entre 1792 y 1800 con ayuda de mano de obra negra esclavizada, además de hombres de color libres e inmigrantes europeos recién llegados. Estos orígenes agrandan aún más el simbolismo de la llegada de Barack Obama y de su familia – su esposa, Michelle, tiene antepasados esclavos-a un pináculo de poder que parecía inalcanzable para un sector de la población.

La sede ejecutiva ocupa un lugar central en Washington y sigue siendo un imán para turistas que no resisten a la tentación de fotografiarse frente a su verja. Uno casi puede tocar los espectaculares robles centenarios de sus jardines y acariciar las ardillas que corretean por el césped.

A diferencia de otras sedes ejecutivas, antiguas y modernas – como los palacios del Kremlin o la faraónica nueva Cancillería berlinesa-,la Casa Blanca y su recinto son bastante discretos. Durante muchos años tuvo un acceso fácil para el público. Desgraciadamente, el atentado de Oklahoma City, en 1995, y el 11-S, el 2001, restringieron mucho la posibilidad de visitar la Casa Blanca al ciudadano de a pie. La avenida Pensilvania se cortó al tráfico y la mansión en sí sólo se puede visitar con cita concertada de antemano y por invitación de congresistas. Ya no hay recorridos para turistas.

Los 5.100 metros cuadrados habitables se distribuyen en 132 estancias y 35 baños. A lo largo de más de dos siglos, ha experimentado múltiples ampliaciones. Su existencia ha sido tan azarosa como la del país. Los hechos más dramáticos se produjeron en 1814, durante la guerra contra los británicos. Estos entraron en Washington, lo saquearon y prendieron fuego a los principales edificios oficiales, incluidos la Casa Blanca, el Capitolio y los departamentos del Tesoro y de la Guerra. Sólo la lluvia evitó la destrucción total por el fuego.

John Adams, el segundo presidente, fue quien estrenó la Casa Blanca, en 1800. La capital estadounidense se había mudado desde Filadelfia. El diseño de la vivienda del presidente corrió a cargo de un arquitecto de origen irlandés, James Hoban. A partir de 1811 se llamó oficialmente Casa Blanca. Theodore Roosevelt inauguró el ala oeste en 1901 y el presidente William Taft se sentó por primera vez en el despacho Oval en 1909, aunque en una ubicación distinta de la actual.

Harry Truman y John F. Kennedy hicieron importantes renovaciones de diseño y mobiliario. Desde entonces ha habido escasos cambios, salvo en la planta superior, de uso privado de la familia presidencial: cada inquilino la ha adaptado a sus gustos y necesidades.

Algunas salas han tenido usos polivalentes, como la sala este. Se diseñó como lugar de audiencia pública, pero la esposa de John Adams, Abigail, la utilizó para tender la ropa. Años después fue testigo de conciertos y recepciones y de los velatorios de siete presidentes, entre ellos Abraham Lincoln y John F. Kennedy. George W. Bush escogió el jueves pasado la sala este, en lugar del despacho Oval, para rodearse de un selecto grupo de invitados y dirigir su último mensaje a la nación como presidente.

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