Las técnicas empleadas por las mafias para introducir sin papeles en territorio español cada vez son más crueles e inhumanas. Un buen ejemplo se ha conocido tras la desarticulación de la mayor red de tráfico de personas de Melilla. La Operación Gaviota ha permitido la detención de 17 personas (15 españoles y dos marroquíes) y la incautación de 12 vehículos trucados, tras seis meses de seguimiento por agentes de la policía y la Guardia Civil. “Los cabecillas de la red, que actuaba a ambos lados de la frontera” con una férrea estructura, según fuentes de la investigación, “se dedicaban a la preparación de vehículos” en los que habilitaban minúsculos dobles fondos “junto al depósito, en el motor o en el salpicadero”.

Las víctimas, mayoritariamente subsaharianas, eran captadas cerca de la frontera entre Marruecos y Melilla. A los detenidos, que han pasado a disposición judicial, se les imputa un delito contra los derechos de los extranjeros y asociación ilícita.

Esta práctica viene siendo habitual en los últimos años. Muchas veces los sin papeles, que presentan síntomas de asfixia, son abandonados en los coches. En Reyes, se rescató a una embarazada de cinco meses en un pequeño habitáculo junto al depósito de un coche.