Ante el espejo

Las Provincias, 16-01-2009

El hecho de que más de la mitad de los españoles consultados admita que la raza y la pobreza constituyen las principales causas de discriminación y exclusión es motivo suficiente como para reconsiderar ese lugar común según el cual en España no existe el racismo. Y al mismo tiempo, una mayoría muestra un optimismo irreal sobre las supuestas condiciones de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. En el primer caso es palpable la necesidad de realizar un mayor esfuerzo para erradicar el racismo. Y en el segundo, es preciso que las políticas por la equiparación entre sexos tengan una traslación más precisa al ámbito de la convivencia.

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