La radiografía que presenta el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de la sociedad española ofrece sorprendentes detalles. Por ejemplo, que los españoles todavía no ven con buenos ojos la integración de personas de otras razas, orígenes y culturas. Hay un empate entre los que estarían encantados con una España multirracial (43%) y los que prefieren una colectividad más equitativa (44,7%). Esta lucha se inclinará hacia la primera parte con los años, ya que los más jóvenes (18 – 24) apuestan (en un 55,2%) hacia el mestizaje. En cambio, los mayores de 55 años son más reacios (53,2%). El color de la piel también se aprecia en los tipos de marginación. Los encuestados solo ven que la sociedad discrimina de forma bastante frecuente por motivos raciales (42,5%) o por tener pocos recursos económicos (casi cuatro de cada diez). Poco les importan la orientación sexual, la edad, la religión, el aspecto físico o el sexo. Además, la igualdad entre hombres y mujeres no ha llegado a la vida real. El 45% piensan que las desigualdades son bastante grandes.