No sólo los servicios sociales de base han percibido un repunte de las demandas de ayuda en los últimos meses. Las crisis ha tenido también sus efecto en Cáritas, que el año pasado tuvo que duplicar las ayudas a 7.300 personas desfavorecidas, 2.000 más que en 2007.

En vísperas de la Navidad, la ONG señaló que la época de ‘vacas flacas’ de la economía «se está cebando con los que menos tienen». Además, informó que entre los demandantes de ayudas hay nuevos colectivos: los inmigrantes que han perdido su puesto de trabajo – con el consecuente peligro de quedarse también sin el permiso de residencia – , los extranjeros desempleados que se encuentran en Álava en situación de tránsito y las «familias autóctonas» con dificultades.