Vitoria experimenta un crecimiento sin precedentes en las dos últimas décadas. La capital alavesa no sólo ha batido este año un nuevo récord de nacimientos, sino que se constata que cada vez son más los residentes de otras comunidades y países que eligen esta ciudad para iniciar un nuevo proyecto de vida. Según los datos de población del 1 de enero de este mismo año, Vitoria tiene empadronados ya a 21.952 ciudadanos de nacionalidad extranjera, lo que supone que el 9,3% de los residentes – casi uno de cada diez – es ya inmigrante. Los latinoamericanos conforman un colectivo que llega a las 8.118 personas, seguido, en importancia numérica, del de magrebíes, con 4.922.

Éste no es el único dato de interés que revela el último censo municipal. Vitoria suma 236.525 habitantes, un 1,3% más que en 2008. Es el incremento poblacional mayor de los últimos tiempos y uno de los motivos que hace que la capital alavesa tenga cada vez más peso dentro de la comunidad autónoma vasca. Sólo desde el 1 de enero de 2000 hasta ahora, la ciudad ha tenido que expandirse para dar cabida a la friolera de 17.575 vecinos más; o lo que el lo mismo, ha crecido un 8%. La nueva oleada de inmigración unida a la de los años 60 y 70 explican que algo más de la mitad de los vitorianos – 120.131 – hayan nacido fuera de la ciudad.

Mientras la economía de la capital así como su red de servicios sociales, sanitarios o culturales tratan de adaptarse a esta nueva realidad y dar respuesta a las necesidades, las cifras revelan otro tipo de cambios. El constante crecimiento de la natalidad – las vitorianas trajeron al mundo a 2.455 bebés a lo largo del pasado y, por contra, se registraron 1.727 muertes – no logra frenar el envejecimiento poblacional. El 17% de los residentes tiene más de 65 años y sólo un 13% de los habitantes es menor de edad. La edad media de los vitorianos es de 41,59 años.

Y estas diferencias entre jóvenes y mayores son además más evidentes en algunos de los 28 barrios de la capital. Mientras los emergentes Salbura y Zabalgana están llenos de parejas con hijos, en Aranbizkarra, Txagorritxu, Zaramaga, Santa Lucía o Adurza están en auge las cachavas.

En los pueblos

Estos cinco últimos distritos son los que más población han perdido en el último año, hasta un total de 1.272 vecinos. De este éxodo, claro está, se han beneficiado el cada vez más populoso Lakua, pero, sobre todo, las nuevas expansiones del Este y el Oeste. Zabalgana tiene ya 7.216 vecinos y Salburua llega a los 6.116. En menos de cuatro meses, ambos distritos han ganado la friolera de 2.587 y 2.000 residentes, respectivamente, lo que da idea de la importancia que van a tener en la ciudad.

El informe de población también realiza un repaso sobre la situación de los 63 pueblos que dependen administrativamente del Ayuntamiento. Juntos suman 5.100 habitantes. El de mayor importancia en cuanto a habitantes es Betoño, con 513 vecinos, seguido de Aretxabaleta, con 289 y de Gamarra Mayor, con uno menos. Los núcleos rurales más pequeños son Esquível, con sólo cuatro residentes; Artaza de Foronda, con apenas siete vecinos; Martioda, con once, y Bolívar, con trece.