LAURA DEMARIA / DIRECTORA DEL PATRIMONIO DE CASA DE AMERICA

«Iberoamérica es muy rica y sabia»

El Mundo, JAVIER MEMBA, 13-01-2009

CON MUCHA CARA / «Hemos de mirar al futuro mediante la cultura» / «Hay que acabar con ese estigma de integración y marginalidad de Latinoamérica» / «Nuestra lengua en común, para los iberoamericanos es un objeto de culto» / «Estamos haciendo intrahistoria» / «Tenemos que avanzar más allá de los días de la raza» Desde que en 1992 el Palacio de Linares desalojara a los fantasmas, que pronunciaban entre sus sombras las supuestas psicofonías, para albergar a la Casa de América, el edificio se ha convertido en uno de los principales centros de animación cultural de nuestra ciudad. Al margen de la polémica desatada por la celebración del 50 aniversario de la revolución cubana, la Casa de América se afana por algo que en el Madrid cotidiano se antoja tan ficticio como repetido: la supuesta hermandad entre España e Iberoamérica.Laura Demaría, directora de Patrimonio del centro y responsable del Festival VivAmérica, su actividad más sobresaliente, está convencida de que esa fraternidad es necesaria además de posible.


Pregunta. – Esa supuesta hermandad entre España e Iberoamérica parece una entelequia del discurso oficial y de ciertas editoriales.Ellos dicen ser latinoamericanos para evitar la referencia a España y en Madrid se recela de los latinoamericanos como del resto de los inmigrantes. ¿No le parece?


Respuesta. – Es verdad. Pero muchos de nuestros invitados hacen hincapié en algo muy importante: tenemos una lengua común, que para los iberoamericanos es un objeto de culto. La utilizan muy bien. Cuando estamos juntos y compartimos mesa, notamos que los españoles nos hemos vuelto unos dejados. Hemos transformado el lenguaje por pura comodidad. En ese sentido, Iberoamérica y España sí están unidas.


P. – ¿Qué está fallando entonces?


R. – Que en lugar de mirar hacia adelante estamos haciendo intrahistoria.Ese es el error, luego nos llegan los días de la raza, esa sensación de conquista y de Atilas varios. Eso ocurrió, cada país tiene una escenificación y una vivencia personal, pero tenemos que avanzar. La Casa de América quiere mirar hacia el futuro mediante la cultura.


P. – ¿Puede concluirse entonces que la cultura ha de ser la redención de nuestra historia común?


R. – Gracias a ella podemos establecer una serie de vínculos y de conexiones que quitan muchas cargas. En el fondo estamos muy a gusto todos juntos. El año pasado tuvimos poca representación española porque nos volcamos con los latinos. Latinoamérica nos da muchas vueltas en muchas cosas. Hay que acabar con esa idea de la integración y la marginalidad que rodea. Este año intentaremos hacer una programación en la que nuestros actos tengan representaciones de aquí y de allá.


P. – Hay que atender entonces al idioma, antes que a la historia, para superar antiguas fricciones.


R. – El idioma es el arma principal. Pero también hay una historia en común que no se debe dejar únicamente en el reducto de la anulación. Sería un error. Nos hemos conocido, nos hemos encontrado y hemos forjado una serie de cosas Pero, por supuesto, la lengua es el vehículo. Sin lugar a dudas.


P. – Y a esa lengua, ¿cómo hay que llamarla? ¿Español o castellano? Porque los académicos nos hablan del español y los latinoamericanos del castellano


R. – No lo sé. Yo ahí sí que me adapto.


P. – ¿Cómo responde Madrid a sus iniciativas?


R. – Muy bien. El Festival VivAmérica, del que este año celebraremos la tercera edición, congrega a todo el mundo. Es una fiesta muy familiar donde no hay ningún percance. El año pasado fue el primer festival cultural en red, desarrollado de forma simultánea en Bogotá y Tenerife. Es una verdadera fiesta del orgullo latino, del orgullo iberoamericano.


P. – ¿Qué diferencia a la Casa de América del resto de las casas de otras comunidades foráneas?


R. – Iberoamérica es muy rica, muy sabia y tiene mucha experiencia en muchas cosas. Nosotros queremos esbozar una gran sonrisa para que no tenga ese estigma de integración y marginalidad del que hablaba antes. Porque tampoco es real.


P. – Ya en otro orden de cosas, ¿han tenido ustedes algún contacto con Raimunda y el resto de las almas en pena, que según se dice, moran en el Palacio de Linares?


R. – Yo no he visto a ningún fantasma. Si los hay, son muy escrupulosos.Aunque les hemos tomado la casa de aquella manera nos miran con cierto interés. En la parte que me toca, intento ser lo más respetuosa que es posible. El Palacio de Linares es un edificio maravilloso que hay que conservar con cierto rigor.


RETRATO


Origen. Madrid 1973. Currículo. Desde que se licenció en Ciencias de la Información por la Complutense se dedicó al periodismo cultural tanto en la prensa escrita como en la televisión. Más tarde se incorporó al equipo de Alicia Moreno en la Consejería de las Artes. Entonces cambió la prensa por la publicidad y comenzó a buscar patrocinios. En diciembre de 2003 pasó a la Casa de América, donde simultanea la dirección del Patrimonio con la del festival VivAmérica. Aficiones. «La lectura, el cine y una buena conversación». Debilidades. «Mis niñas, mis hijas». Virtudes.«La paciencia». Defectos. «Hablo mucho».

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