Alrededor de 8.000 trabajadores rumanos y búlgaros pueden trabajar en Navarra desde el pasado 1 de enero en la misma situación que el resto de ciudadanos de la Unión Europea. Esa equiparación se ha producido tras el fin de la moratoria impuesta desde el 1 de enero de 1997 por el Gobierno español, que impedía a los recién llegados trabajar por cuenta ajena.
La comunidad de rumanos y búlgaros asciende a los 12.500 ciudadanos en la Comunidad foral. De ellos, unos 8.000 se encuentran en disposición de trabajar.

La cifra es un cálculo realizado sumando los 5.000 afiliados a la Seguridad Social de ambas nacionalidades y los 3.000 empleados rumanos y búlgaros que hasta ahora estaban empleados en la economía sumergida. Ninguna institución proporciona datos precisos sobre cuántos búlgaros y rumanos se encuentran en situación de incorporarse ahora al mercado de trabajo en Navarra. La tasa de ocupación es de un 44% entre los búlgaros y de un 50% entre los rumanos, por lo que podría estimarse que cerca de 3.000 trabajadores de ambas nacionalidades podrían incorporarse al mercado laboral navarro en calidad de empleados por cuenta ajena .

En noviembre, había dados de alta 2.442 trabajadores búlgaros, 437 inscritos en el Servicio Navarro de Empleo. Los rumanos tienen 2.564 personas dadas de alta en la Seguridad Social, de ellas 452 inscritas en el paro. Los empadronados a 1 de enero de 2008 eran en el caso de Bulgaria 5.462, y 5.111, entre los rumanos. A los ritmos migratorios actuales, en 2008 han llegado a Navarra más de 2.000 inmigrantes de ambas nacionalidades.

Las asociaciones de extranjeros estiman que al menos un 10% de la población residente se encuentra en situación de pasar a trabajar por cuenta ajena, según calcula Sabi Arseniev, de la Asociación de Búlgaros en Navarra Orfey. Una cifra que puede ser superior, precisan en Anafe.