Vecinos de Trapagaran recogen firmas para proteger a una víctima de maltrato

Residentes denuncianconstantes amenazas y gritos en un hogar en el que residen unapareja y una menor

El Correo, SERGIO LLAMAS, 12-01-2009

Los vecinos de un bloque de viviendas de Trapagaran están inquietos. En uno de los pisos se oyen gritos y amenazas, y muchos inquilinos sospechan que en el hogar puedan estarse produciendo malos tratos a una residente. Por eso han comenzado una recogida de firmas para presentar al Ayuntamiento pidiéndole que se implique, y esperan hacer partícipe de estos sucesos al propio Ararteko.

Según han informado los residentes del bloque, en el domicilio vive un hombre – natural de Barakaldo – con una mujer de etnia gitana y una pequeña de sólo tres años. Al parecer, la familia vive de alquiler desde hace diez meses y desde la comunidad ya han solicitado al arrendatario que no les renueve el contrato el próximo mes de marzo.

A la cabeza de los vecinos se encuentra José Antonio R. Alarario, portavoz del colectivo, quien ya ha denunciado en varias ocasiones la «irregular» situación que se produce en la vivienda. «La pequeña apenas sale de casa y ni siquiera acudía al colegio hasta que lo denunciamos en el Ayuntamiento», reveló. No obstante, en el Consistorio suavizan estas afirmaciones y advierten de que la menor no había sido escolarizada antes «porque no tenía la edad». «Cuando recibimos el aviso enviamos a los servicios sociales para que la inscribieran en un colegio», aclaró la portavoz del equipo de Gobierno, Pilar Souto.

En cuanto a la petición de los vecinos para intervenir, en el Ayuntamiento son precavidos y rechazan hacer ninguna declaración ni anunciar medidas. «Todavía no hemos recibido las firmas», apuntaron. Cuando lleguen, según explicó el portavoz del colectivo, verán que figuran los nombres de 18 propietarios. «En el bloque hay 24 pisos, pero algunos están deshabitados y en otros residen personas mayores que no quieren saber nada», agregó Alarario, quien considera que tienen que ser los servicios sociales municipales los que actúen presentando una denuncia contra el presunto agresor.

Actuaciones policiales

Lo que sí se ha producido hasta la fecha han sido hasta cuatro intervenciones de la Ertzaintza de Sestao. Las actuaciones se han producido pasadas las diez de la noche, después de que los residentes alertaran porque escuchaban gritos y golpes procedentes de la vivienda. «La verdad es que siempre han acudido muy rápido y no han tardado más de cuatro minutos cuando se les ha llamado», reconoció el representante de la comunidad de vecinos, quien dice tener conocidos en el cuerpo que le han puesto al corriente de todo. «Un amigo policía ya me advirtió del ‘elemento’ que nos había tocado como vecino», relató.

De hecho, el propio portavoz asegura haber tenido varios roces con el inquilino en cuestión, a causa de los ruidos. «Conmigo no se mete, pero a mi madre, que es mayor, la ha llamado de todo. Parece tener fijación con las mujeres», asegura. Para ella todo este asunto se está volviendo difícil, e incluso le ha provocado tener que recurrir a ansiolíticos para poder dormir. Una situación que en el bloque soportan con estoicismo. «Lo que tenemos claro es que no nos vamos a ir de nuestras casas», exclama.

A pesar de todo, José Antonio defiende que ése no es la verdadera cuestión, puesto que «el barrio es muy tranquilo». Los auténticos problemas se viven dentro del piso. «Cuando fallece una persona por malos tratos los vecinos siempre salen diciendo que oían gritos a todas horas. Yo no quiero que eso pase aquí», afirmó. Por eso pide a las administraciones que protejan a la mujer. «Si el Ayuntamiento no responde, lo que haremos será llevar el caso al Defensor del Pueblo», anunció.

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