CRÍTICA DE FLAMENCO

Dos amores a la vez

La Vanguardia, , 11-01-2009

RAMON RODÓ SELLÉS
De nuevo, como en el 2007, el Cigala ha sido el encargado de abrir con llave de oro un festival deCajón! Bravo, nunca falta a su cita anual, es como la historia de un amor. ¡Qué bien canta los boleros este hombre! Al escucharle, uno se pregunta: ¿cómo se pueden querer / flamenco y bolero a la vez / y no estar loco? Todo tiene explicación: el Cigala cante lo que cante suena flamenco, su voz gitana y sensible derrama metales en los agudos y suaviza los quejíos con el terciopelo de sus graves.

En seguida tío Moncho unió su lirismo bolerístico a la voz del protagonista y el encuentro nos deparó el primer mano a mano de la noche, sumando dos maneras de expresar los boleros con el lugar común de la emoción y el sentimiento.

Tras La paloma de Alberti, la noche se acercó al flamenco con jondura y calidad, primero escuchamos una soleá magnífica en la que el Cigala derrochó calidad flamenca, y a continuación Remedios Amaya cantó de dulce por tangos en el segundo mano a mano de la noche, y con el Cigala rivalizaron en genuino gitanismo cantaor. Muy bien Diego Morao al toque.

Con los rítmicos arreglos de María de la O y La bien pagá,junto al Dos gardenias en plan salsero y sobresaliente ritmo caribeño (Yumitus, Yelsy y las percusiones perfectos), bailaron hasta las piedras. Al final aparecieron Farruquito y el Farru, que dentro de los jaleos por bulerías dieron cuatro pataítas con la gracia y el saber de los que saben.

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