El reconocido artista angloindio expone su ´Islamic mirror´ en el monasterio de Santa Clara de Murcia

Kapoor en el convento de clausura

La Vanguardia, , 11-01-2009

TERESA SESÉ – Murcia

‘Islamic mirror’ abre un proyecto de arte público en Murcia cuya comisaria es Rosa Martínez
En una ocasión le preguntaron a Anish Kapoor (Bombay, 1954) por qué sus esculturas no podían ser contempladas desde atrás. “Por la misma razón que a Dios no le vemos las espaldas”, respondió el escultor. ¿Ocurrencia más o menos feliz de quien gusta de los juicios excesivos o desliz de artista vanidoso? Seguramente, ni lo uno ni lo otro. El trabajo de Kapoor se ha relacionado a menudo con lo sagrado, pero él, más que chamán o sacerdote, se considera a sí mismo un inventor en busca de lo sublime. Una suerte de constructor de vínculos entre el espectador y la obra, donde siempre hay lugar para el misterio y una turbadora poética de la ilusión, del espejismo. Como en ese Islamic mirror que hasta mediados de febrero puede contemplarse, entre el sonido cantarín del agua de la alberca, en la sala Sharq al Andalus del monasterio de las Claras, en Murcia.

Islamic mirror es la primera de una serie de obras en el espacio público que ha iniciado la Consejería de Cultura de la comunidad murciana, y su emplazamiento en el museo del convento de Santa Clara, donde viven ocho monjas de clausura, es un hallazgo de su comisaria, Rosa Martínez, que debió de fascinar a Kapoor y hace que su pieza crezca en múltiples lecturas. Se trata de un conjunto arquitectónico en el que conviven restos islámicos con ampliaciones cristianas y cuya ala sur fue convertida en el 2003 en museo, separado de las dependencias monacales por un patio con una alberca y cuatro arriates. “La conjunción entre obra y contexto es extraordinaria”, señala Martínez, quien, por otra parte, quiere cuestionar así “la tópica identificación de espacio público como espacio en la calle” y cita al propio Kapoor cuando dice que “la función del arte público es comprometerse con cosas fundamentales. En el exterior están la tierra y el cielo como cierta forma de experiencia”.

Formado en Londres de padre hindú y madre judía – se crió además con una niñera cristiana y desde pequeño convive con musulmanes y budistas-,Kapoor culmina en este Espejo islámico un largo proceso en el que ha venido trabajando con espejos cóncavos. Espejos que reflejan el mundo de forma invertida, lo ponen al revés, y le interesan porque “el hueco se convierte en un espacio lleno de reflejos”. De forma circular, Islamic mirror tiene 2,40 m de diámetro y está compuesto de cerca de cinco mil espejos (a modo de las teselas de un mosaico) con formas octogonales y cuadradas. Cada uno de los pequeños espejos es plano y refleja claramente al espectador que se aproxima, multiplicando su imagen hasta el infinito. Si da unos pasos atrás, la obra da su imagen invertida. Y si habla, el eco de su voz resuena en la concavidad del espejo y produce sonidos que a su vez reverberan en el cuerpo, proporcionando una experiencia sensorial extraordinaria.

“La pieza alude al tránsito formal, matemático y geométrico entre el cuadrado y el círculo. Un problema que ha preocupado históricamente a la ciencia, el arte y el misticismo”, precisa Rosa Martínez, una de las comisarias españolas de mayor prestigio internacional. El espejo consta de una superficie matemática sobre la cual cada forma es distinta de la forma contigua y para su realización se ha servido de una sofisticada tecnología informática. Los pequeños espejos están cortados con un láser especial que sólo existe en Japón, y luego ensamblados en Madrid.

Anish Kapoor, creador cuya presencia es requerida en medio mundo, actualmente expone en el Guggenheim de Berlín la gigantesca Memory,escultura que invade literalmente todo el espacio donde se ubica. Recientemente le fue confiado el encargo de realizar en el Reino Unido una de las cinco mayores esculturas de la historia, por un coste de unos 15 millones de libras (17,4 millones de euros), para unas estructuras de acero en el Tees Valley que deberían regenerar la zona con su gigantismo: la primera de ellas, titulada Temenos,tendrá 50 metros de largo por 109 de ancho y pesará 66 toneladas.

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