La Policía Nacional detuvo ayer en Lleida a cuatro personas acusadas de abusar de trabajadores inmigrantes. Los cuatro hombres, dos de ellos españoles y dos más extranjeros, presuntamente se habían organizado para trasladar temporeros, a menudo sin papeles, de Lleida ciudad a los campos donde se les empleaba de forma ilegal en la realización de tareas agrícolas.

La investigación arrancó en octubre a raíz de la detección de furgonetas que recogían temporeros de distintos puntos de la capital leridana entre las cuatro y media y las seis de la madrugada.A través del seguimiento de estos puntos de captación, la Policía pudo localizar a los responsables de la trama.

Una vez en las furgonetas, los temporeros, a menudo inmigrantes en situación irregular, eran trasladados hasta los campos de cultivo en los cuales realizaban las tareas agrícolas propias de cada momento. Cabe destacar que los responsables de los cultivos, según la investigación policial, eran también conocedores de la forma como habían llegado a sus campos estos empleados.

Cada furgoneta solía trasladar cada día entre siete y nueve personas, aunque el número de afectados, así como el lugar de recogida y destino, iba en función de la cantidad de trabajo y de la localidad en que debía de hacerse.

De los cuatro detenidos, los dos españoles eran uno el propietario de la empresa a la que pertenecían furgonetas y el otro el intermediario que ofrecía los servicios de la red a los agricultores. En cuanto a los extranjeros, uno, de origen subsahariano, era el que contactaba con los trabajadores irregulares, a menudo inmigrantes sin papeles.El otro era el conductor de las furgonetas.

Fuentes de la investigación informaron de que uno de los cuatro detenidos tenía antecedentes policiales. Aunque trabajaban de forma coordinada, por ahora los datos de la investigación no hacen pensar que se trate de una red de abuso de trabajadores organizada.