madrid. El narcotraficante colombiano Leónidas Vargas Vargas, de 59 años, fue asesinado en una habitación del hospital madrileño Doce de Octubre donde ha recibido cuatro impactos de bala, según confirmaron fuentes de la investigación.

Vargas, que fue detenido el 8 de julio de 2006 a la puerta de un hotel de Madrid, estaba actualmente en libertad bajo fianza y permanecía ingresado desde el 2 de enero en el centro hospitalario a causa de una dolencia estomacal, según fuentes policiales.

Al parecer, el asesinato se produjo poco antes de las 20:00 horas cuando una o dos personas entraron en la habitación 543 del centro hospitalario, en la que había dos pacientes, uno de ellos dormido.

Según las fuentes de la investigación, preguntaron al paciente que permanecía despierto si él era Leónidas.

Al contestar que Leónidas era la persona de la cama de al lado, sacaron un arma con silenciador y dispararon cuatro tiros al hombre que dormía.

La Policía, que maneja como principal hipótesis del asesinato un ajuste de cuentas, investiga ahora si las cámaras de seguridad del Hospital han registrado el paso de los atacantes por el centro.

Además se espera el resultado de la “necrorreseña” de la Policía Científica para la confirmación definitiva de la identidad del fallecido.

Según fuentes judiciales Vargas se encontraba en libertad bajo fianza por decisión del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu después de que se le detectara una grave enfermedad pulmonar.

Su causa en España, relacionada con delitos de narcotráfico, estaba concluida y a la espera de que se fijase la fecha del juicio oral.

Leónidas Vargas Vargas, alias “El Viejo”, fue detenido en Madrid en julio de 2006 en relación con un alijo de 500 kilos de cocaína y en posesión de un pasaporte falso venezolano.

largo historial Vargas figuraba en una lista de los diecinueve narcotraficantes más buscados de Colombia, por cada uno de los cuales se ofrecían cinco millones de dólares.

Nacido en 1949 en la región selvática del Caquetá, en el suroeste de Colombia, era considerado, en la década de 1990, el jefe del cartel del Caquetá.