'La clase' retrata en la gran pantalla la situación de los institutos franceses

La película, que se estrena el 16 de enero, revela conflictos como la debilidad del sistema educativo o el desarraigo

Diario de Noticias, 09-01-2009

madrid. Tras ganar la Palma de Oro en la última edición del Festival de Cannes, el próximo día 16 se estrena en España La clase , una película del cineasta Laurent Cantet que retrata, a través de la visión casi documental de un instituto francés, la complejidad de la sociedad francesa contemporánea.

Inspirada en la novelaEntre les murs , de François Bégaudeau (protagonista del filme), La clase describe el desarrollo de un año escolar en un aula donde adolescentes de un barrio conflictivo de París conviven diariamente con sus profesores, quienes luchan por mantener el entusiasmo por educar.

“Cuando leí el libro me encantó el personaje de François, un profesor que arriesga con sus alumnos y que se atreve a cometer errores”, explicó ayer el director francés.

Cantet y François se pusieron en contacto con un objetivo claro: para reflejar la realidad debían sumergirse en ella, así que visitaron un instituto público y decidieron que los protagonistas de la cinta debían ser reales. Por eso, exceptuando uno de los alumnos y el personaje de François, todos los jóvenes, los padres de éstos y los profesores, son los verdaderos del instituto en el que se rodó la cinta. “Estuvimos un año impartiendo talleres de interpretación en los que cualquiera podía participar y, aunque el guión estaba totalmente escrito y cerrado antes de empezar el rodaje, la improvisación ha tenido un papel muy importante”, comenta el cineasta.

Cada alumno pudo, además de representar un personaje, aportar aspectos personales de sus vidas, dotando a la película de un mayor realismo que la convierte en un testimonio colectivo de la realidad francesa y que le otorga un carácter cercano al documental. La inmigración, la falta de sentimiento de pertenencia a un país y los problemas del sistema educativo, se mezclan con un proceso de aprendizaje de la democracia a pequeña escala, un microcosmos donde el personaje de François pasa de la complicidad con sus alumnos a la impotencia.

Sin embargo, para Cantet “no se trata de una generación perdida, son inteligentes y tienen intereses. La responsabilidad de la sociedad radica en que esta generación salga adelante”.

Un objetivo nada desdeñable actualmente, cuando gran parte de Occidente está viendo cómo se tambalea su sistema educativo y todavía se están dando los primeros pasos en la búsqueda de nuevos métodos de enseñanza más eficaces.

“La educación de estos días muestra muchas complicaciones, pero también tiene aspectos formidables”, apunta el director; “el sistema es muy integrador, aunque a la vez muy excluyente, porque es en la escuela donde se decide quién va a seguir estudiando y quién no”. >efe

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