El filme 'La clase' muestra la realidad de los institutos franceses

Diario de noticias de Gipuzkoa, SONSOLES RODRÍGUEZ, 09-01-2009

madrid. Tras ganar la Palma de Oro en la última edición del Festival de Cannes y pasar por la sección Zabaltegi del Zinemaldia donostiarra, el próximo día 16 se estrena en España La clase , una película del cineasta Laurent Cantet que retrata, a través de la visión casi documental de un instituto francés, la complejidad de la sociedad francesa contemporánea.

Inspirada en la novela Entre les murs , de François Bégaudeau – protagonista del filme – , La clase describe el desarrollo de un año escolar en un aula donde adolescentes de un barrio conflictivo de París conviven diariamente con sus profesores, quienes luchan por mantener el entusiasmo por educar.

“Cuando leí el libro me encantó el personaje de François, un profesor que arriesga con sus alumnos y que se atreve a cometer errores”, explicó ayer el director francés, quien ya antes de leer la obra de Bégaudeau, había comenzado a escribir un guión sobre la vida en los institutos franceses. Cantet y François se pusieron en contacto de nuevo – se conocían desde el rodaje de Hacia el sur (2005) – con un objetivo claro: para reflejar la realidad debían sumergirse en ella, así que visitaron un instituto público y decidieron que los protagonistas de la cinta debían ser reales. Por eso, exceptuando uno de los alumnos y el personaje de François, todos los jóvenes, los padres de éstos y los profesores, son los verdaderos del instituto en el que se rodó la cinta.

“Estuvimos un año impartiendo talleres de interpretación en los que cualquiera que quisiera podía participar y, aunque el guión estaba totalmente escrito y cerrado antes de empezar el rodaje, la improvisación ha tenido un papel muy importante”, comenta el cineasta.

La inmigración, la falta de sentimiento de pertenencia a un país y los problemas del sistema educativo, se mezclan con un proceso de aprendizaje de la democracia a pequeña escala, un microcosmos donde el personaje de François pasa de la complicidad con sus alumnos a la impotencia en cuestión de minutos.

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