Tres familias se quedan sin techo al arder sus chabolas junto al cementerio

Los afectados, que vivían en condiciones infrahumanas en Valencia, tenían que desalojar hoy

Las Provincias, JAVIER MARTÍNEZ, 09-01-2009

Cinco familias rumanas tenían que desalojar sus chabolas en la mañana de hoy. El ultimátum fue comunicado por la Policía Local sobre las diez de la mañana de ayer. Los afectados se resistían a abandonar sus casetas construidas con maderas, plásticos, lonas y cuerdas, junto al Cementerio General de Valencia, pero no hizo falta sacar a nadie de las humildes chozas. En pocos minutos, la desgracia se cebó una vez más con los más pobres. Un incendio destruyó tres de las cinco cabañas donde malvivían hasta 20 personas, cuatro de ellas menores de edad.

“Ahora no tenemos donde dormir. El fuego ha quemado nuestras casas”, se queja Tudora Feraru. “Nos hemos quedado sin techo cuando hace más frío en Valencia”, añade la mujer con el rostro cariacontecido.

Los hechos ocurrieron sobre las 12.50 horas de ayer. Según relataron los moradores, la llama de una vela prendió una vieja alfombra. Todo fue muy rápido. El fuego se propagó con rapidez y arrasó los palos entretejidos con cañas y las cubiertas de lona.


Gran despliegue policial

Una gran columna de humo alertó a los vecinos del distrito de Jesús. El incendio movilizó a cinco patrullas de la Policía Local y Policía Nacional, un equipo médico del SAMU y tres dotaciones del Servicio Municipal de Bomberos.

Los sanitarios y los agentes del retén de Patraix acudieron con urgencia al lugar al ser informados de que las chabolas se encontraban habitadas. Sin embargo, el personal médico no llegó a intervenir. Nadie resultó herido ni intoxicado por humo. Los inmigrantes rumanos salieron de las chozas por su propio pie antes de que el fuego alcanzara grandes dimensiones.

Incluso intentaron sofocar el incendio. Varios de los afectados fueron corriendo a una fuente cercana para coger agua, pero no consiguieron apagar las llamas. En pocos minutos, el fuego destruyó dos cabañas sin que sus moradores pudieran impedirlo. Cuando los bomberos llegaron al lugar, concretamente a un descampado situado en la plaza Santo Domingo de Guzmán, el incendio ya se había propagado a la tercera chabola.

Las familias rumanas se encontraban amontonando enseres que habían logrado salvar de las llamas. Con los ojos llorosos y casi sin poder hablar, Tudora Feraru pedía ayuda a cualquier persona que se le acercaba. "Necesitamos un techo. Estamos otra vez en la calle ", afirma la mujer.

Fuentes policiales señalaron que las cinco familias afectadas por el incendio se dedican a recoger chatarra por las calles de Valencia. Ninguno de estos ciudadanos rumanos tiene antecedentes delictivos.


Levantarán más chabolas

Un comerciante de la zona manifestó a LAS PROVINCIAS que no son personas conflictivas. “Es una pena que esta gente no tenga un sitio digno para vivir. Los Servicios Sociales del Ayuntamiento deberían de buscarles un techo”, aseguró el ciudadano.

Los afectados tienen dos niños de cinco años escolarizados y dos bebés. Primero se instalaron en una antigua alquería en la plaza Santo Domingo de Guzmán. De esta casa fueron desalojados, por lo que construyeron cinco chabolas junto a la misma casa en ruinas. Tras el incendio que redujo a cenizas su hogar, los inmigrantes rumanos buscan ahora otro emplazamiento para levantar nuevas chozas.

jmartinez@lasprovincias.es

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