Rito ortodoxo en la Concha

La comunidad ortodoxa rumana de Donostia bendijo las aguas de la bahía arrojando una cruz al mar

Diario Vasco, JAVIER MEAURIO San Sebastián, 07-01-2009

DV. Desafiando a la lluvia, a las gélidas temperaturas – 4º en la calle, 11,8º en el mar-
e incluso a las medusas, Petru Pavel, nacido hace 41 años en Timisora, se sumergió ayer en aguas de La Concha, para traer de nuevo a tierra el crucifijo lanzado antes por el sacerdote rumano ortodoxo Laurentiu Datcu.
Pavel, afincado en la capital guipuzcoana desde hace 11 años y residente en Bidebieta, tomó la cruz en sus manos y la arrojó dos veces más mar adentro, para bracear con fuerza, con un estilo de magnífico nadador.
Ya de vuelta a la playa se la entregó al sacerdote ortodoxo y demostrando que no tenía frío se metió de nuevo en el agua prolongando así su baño invernal.
La hora cerca de las tres de la tarde unida al mal tiempo- dibujaba una Concha casi desierta, pero la verdad es que los poquísimos paseantes se asomaban asombrados a la barandilla.
Sobre la arena, un veintena de personas acompañando a un sacerdote con larga sotana negra y un nadador saliendo del agua con un crucifijo.
La misma extrañeza que debió sentir el grupo de vagabundos, que acurrucados en el voladizo de la La Concha, vencían al frío del día de Reyes con tragos de vino y tabaco.
Epifanía
«Los ortodoxos celebramos el 6 de enero el Día de la Epifanía (Boboteaza) con las ceremonias de la bendición de las aguas. También conmemoramos el bautismo de Jesús en el Jordán. Junto al día de Navidad y al de Pascua, son las fechas más importantes de nuestro calendario litúrgico», señala el padre Laurentiu, que estaba ayer acompañado por su mujer y su hija, ya que los sacerdotes ortodoxos tienen permiso para casarse.
Laurentiu nacido en la ciudad rumana de Galatzi lleva destinado seis años en Barcelona por encargo del obispo Timotei. A partir de ahora ejercerá su labor misional en Salamanca. Así, el crucifijo bañado ayer en aguas donostiarras viajará con él, primero a Barcelona, y finalmente a la capital salmantina.
Ceremonia en Zorroaga
Previo al acto de La Concha, unos 50 ortodoxos rumano-donostiarras acudieron al acto religioso que se celebró en la iglesia de Zorroaga, actual parroquia ortodoxa rumana fundada por Timotei Lauran, obispo de España y Portugal.
Allí llevaron botellas con agua las aghiazma que fueron bendecidas por el sacerdote junto a unas ramas de albahaca. Este agua se bebe luego durante seis días y también se utiliza para bendecir la casa, los hijos o para mojar a los enfermos y las heridas del cuerpo. lo mismo que la albahaca.
A pie de playa, Mioara Denisov, de la Asociación Rumanía-Euskadi Decebal, recordaba que la costumbre de la bendición de las aguas se traslada a todos los países de tradición ortodoxa. «Es un día de fiesta en el que no falta luego una comida de hermandad».

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