Hasta principios de octubre, Mona Awad era una prometedora ejecutiva de HBOS. Dos meses después, demanda a dos de sus jefes y a la entidad por un montante de 17 millones de euros.

El motivo, según Awad, es el trato degradante que le dispensaron sus superiores en las sucursales de Nottingham y Derby. Un trato racista, sexista y discriminatorio, que soportó en silencio durante dos años y que ahora, ya fuera del banco, se ha decidido a denunciar.

No lo ha hecho antes porque habría sido inútil dejar en evidencia la conducta de sus jefes: «HBOS es un club de chicos. Ningún director es despedido. Y eso aunque había testigos de que lo que yo decía es verdad. Me compadezco de cualquier mujer que tenga que trabajar allí de ahora en adelante».

Los hechos se remontan al mes de abril de 2007, cuando Awad empezó a trabajar para el banco británico como ejecutiva en su sede de Nottingham con un salario anual de alrededor de 40.000 libras.

Según Awad, su jefe empezó a arrojarle dardos dialécticos casi desde el primer día. Los de peor gusto tenían que ver con su religión islámica. El tipo se mofó, por ejemplo, de su ayuno durante el Ramadán y le dijo que no quería trabajar con personas de origen asiático.

Un día llegó a decirle que si ella era una musulmana activa. Al preguntarle Mona qué quería decir, el tipo le espetó: «Quiero decir que si te montas con bombas en los trenes y eso». Las bromas sobre el Islam no eran las únicas. Un día el jefe le dijo, por ejemplo, que uno de los miembros de la oficina la había visto en bikini en sus vacaciones de verano y otro día le prometió dejar de chincharla si se acostaba con él. «Era una cantinela repugnante que tenía que soportar todos los días», dice Awad en su testimonio legal, «intentaba ignorarla, pero aun así me iba minando y me hacía daño».

Awad pidió que la trasladaran y así fue como dio con sus huesos en la oficina de Derby, donde según su relato, el trato de su nuevo jefe no fue mucho mejor. Nada más llegar, le dijo que para él el empleo ideal de una mujer era el de señora de la limpieza.

Más adelante, la acusó de acostarse con un cliente, le levantó el pantalón dejando a la vista las pantorrillas y entró a buscarla al servicio de señoras donde ella se había refugiado tras una de las broncas. «Todos sabían cómo era, pero nadie desafiaba su conducta», asegura, «todos teníamos miedo».

Un miedo que Awad ha perdido, una vez fuera del banco. Los 17 millones de euros se los reclama a sus dos jefes, pero también a la entidad, por amparar y proteger sus conductas delictivas. Se trata de una compensación por daños y perjuicios y por el dinero que Awad ha dejado de ganar desde que tuvo que dejar su puesto.

HBOS se niega a hacer en público cualquier comentario. En privado concede que se produjeron incidentes, pero niega que esté obligado a pagar por las acciones de los dos jefes, argumentando que el banco ha dado pasos razonables para evitar cualquier discriminación.

De imponer la Justicia 17 millones a HBOS, Awad se convertiría en la beneficiaria de la mayor indemnización por discriminación sexual en el Reino Unido.

LO DICHO Y HECHO

«HBOS es un club de chicos. Me compadezco de cualquier mujer que tenga que trabajar allí»

1979: Mona Awad nace en una familia de origen egipcio del Reino Unido. Abril de 2007: Entra a trabajar en una sucursal de Nottingham del banco HBOS. El acoso de su jefe hace que pida el traslado a Derby. Octubre de 2008: Awad deja la entidad HBOS huyendo de los insultos racistas y sexistas de sus jefes. Enero de 2009: Mona Awad demanda al banco HBOS y a sus dos jefes por valor de 17 millones de euros.