jose.mejia@eluniversal.com.mx

Con la promesa de cobrar en dólares y ascender laboralmente en el mediano plazo, 80 trabajadoras chinas fueron traídas de su país por un empleador de origen chino a la maquiladora Duo Bao, establecida en Valle de Santiago, Guanajuato.

En pocos días las trabajadoras asiáticas pudieron darse cuenta de que habían sido engañadas. Tenían que elaborar prendas a mano durante más de 17 horas de trabajo diarias de lunes a sábado. El domingo trabajan 10 horas y no podían abandonar su centro laboral, salvo un par de horas a la semana, pero siempre acompañadas por vigilantes de la empresa.

La historia de este abuso está documentada en la recomendación 11/2006 emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), donde también se establece que el salario de las chinas era objeto de descuentos por multas hasta por dejar encendidas las luces, por lo que la recomendación fue emitida contra el Instituto Nacional de Migración y alcanzó a la Secretaría del Trabajo.

Bajo la amenaza de ser expulsadas del país, además de ser sancionadas económicamente por distintas faltas disciplinarias, su patrón les subrayó que no podían embarazarse y cuando requerían atención médica, eran revisadas por el doctor de la empresa, pero ellas tenía que pagar sus medicamentos y si la enfermedad se complicaba eran deportadas.

Se les confiscaban sus documentos, situación que de acuerdo con la recomendación de la CNDH, permitieron las autoridades migratorias, con lo que propiciaban la trata de personas.

Este problema se detectó luego de la detención en Durango de una trabajadora china que huyó y que pretendía llegar a Chihuahua.

Este caso fue denunciado por la organización Sin Fronteras en marzo de 2004, aunque la recomendación se emitió dos años después y antes de que hubiera algún sancionado, el dueño de Duo Bao cerró y se lo tragó la tierra, como relató en entrevista con EL UNIVERSAL, el quinto visitador de la CNDH, Mauricio Farah.

En México hay un número indeterminado de trata laboral, y pongo como ejemplo algo similar que ocurrió hace unos días en San Luis Río Colorado, que atendió rápidamente el INM, pero qué podemos esperar para ilegales extranjeros que se mueven en la clandestinidad, si muchos mexicanos trabajan en condiciones deplorables, asegura.

Si bien el INM ha aceptado las recomendaciones, hemos insistido en que debe haber más coordinación con la Secretaría del Trabajo, ya que también se hizo una auditoría por parte del IMSS, pero luego cerraron la maquiladora, comentó Farah, quien en su recomendación subrayó el contubernio del INM para permitir que el dueño retuviera los documentos de las trabajadoras.

En la recomendación, está asentado que una de las denunciantes, apoyada por representantes de la organización Sin Fronteras, informó a la CNDH que laboró en la maquiladora un par de años con la promesa de recibir entre 270 y 300 dólares mensuales, pero en su trayecto hacia México la hicieron firmar otro contrato.

Sobre el caso, comunicación social del INM respondió que el asunto está archivado desde diciembre de 2007 luego de verificarse la situación migratoria de las chinas y sobre las violaciones laborales, fue la Secretaría del Trabajo la autoridad encargada de cumplir la recomendación.

Tras meses de trámites, las denunciantes, un par de las 80, regularon su situación migratoria y laboran en México en otras condiciones, informó por separado la CNDH.

 
 
PUBLICIDAD