El censo poblacional se incrementa por múltiples razones, pero la principal es, sin duda, el nacimiento de los niños y niñas que incrementan las familias. En el recién despedido 2008 el hospital Santiago Apóstol ha tenido un ritmo de trabajo muy similar al de 2007. El número total de partos atendido fue de 441, cinco de ellos gemelares, por lo que los ‘nuevos mirandeses’ fueron un total de 446; 27 menos que en 2007.

El descenso ha sido muy ligero por lo que desde el centro sanitario se apunta que «las tendencias de los últimos años se mantienen». En cuanto a la diferenciación por sexos en los últimos 365 días, los porcentajes fueron prácticamente iguales, pero se decantaron del lado de los varones, frente a los 233 niños, se registraron en el censo un total de 213 niñas.

Otro hecho contrastable es la aportación que las familias inmigrantes hacen a la pirámide poblacional. Desde hace algunos años su índice de natalidad está «contribuyendo, tanto aquí como en el conjunto del país, a la renovación generacional», argumenta el director del Hospital mirandés, Arsenio Vesga.

Así se corrobora cuando se pone de manifiesto que en el último año 120 de los nacidos en el área de maternidad del Santiago Apóstol, fueran hijos de madres extranjeras, o lo que es lo mismo, el 27% de todos los neonatos. En 2007 el dato se quedó en cinco puntos porcentuales menos.

Esos 120 niños y niñas nacieron en el seno de familias procedentes de 17 países diferentes. Vinieron al mundo en Miranda 24 hijos de madres marroquíes, 23 cuyo origen es el portugués y otros 20 rumano. Algo por encima de la decena se sitúan los 12 procedentes de unidades familiares brasileñas, y 10 han sido los pequeños cuya madre es ecuatoriana. El resto de países natales de las madres son Bolivia, Bulgaria, Argelia, Nigeria, Cuba, China, República Dominicana, Guinea Ecuatorial, Venezuela, Croacia, Perú y Polonia.

La más madrugadora

Ya en 2009 esta tendencia también se ha hecho presente con la llegada de la primera mirandesa, Gabriela Tavares Toribio, aunque en este caso ella es hija de un matrimonio mixto, la madre es española y el padre portugués.

Raquel y Almerindo, pudieron tomar las uvas en su domicilio de Santa María Ribarredonda; pero poco después de que sonaran las doce campanadas hubo que preparar todo, encontrar acomodo para los dos hijos mayores y llegar hasta el Santiago Apóstol.

Y así, sin quererlo, su tercera hija «la primera niña, así que estamos doblemente contentos», se convirtió en la primera mirandesa de 2009. Desde que Raquel llegó al hospital sólo tuvo que esperar 20 minutos para ver a Gabriela que pesó 2 kilos y 960 gramos y midió 59 centímetro. De momento, además, se muestra «muy tranquila, come y duerme». Y si llora, no cabe duda que la experiencia de Raquel con sus otros dos hijos le servirá.

Los padres de la pequeña, que ya son familia numerosa comentaron que, lógicamente la niña «será el juguete para todos», sobre todo para sus dos hermanos de 11 y 5 años, que «están muy contentos con la pequeña».