Obituario / HELEN SUZMAN

Valiente luchadora contra el 'apartheid'

El Mundo, STANLEY UYS, 03-01-2009

Parece que hubieran pasado ya muchos años desde que Helen Suzman, fallecida a los 91 años de edad, portara, ella sola, el estandarte contra el racismo en un Parlamento sudafricano netamente favorable al régimen discriminatorio del apartheid, logrando así que su estrella apareciera entonces como la más luminosa de todo el firmamento liberal. Y, sin embargo, no hace tanto tiempo de aquello. Helen Suzman fue elegida como miembro de la Cámara en 1953 y su solitaria cruzada, de 13 años de duración, tuvo lugar entre 1961 y 1974. Posteriormente, la marea electoral experimentaría un súbito y afortunado giro, propiciando que a Suzman se le unieran siete colegas más del Partido Progresista Federal. Ella continuaría siendo miembro del Parlamento hasta 1989. Sería aquél, precisamente, el año en que el presidente F. W. de Klerk despenalizó los movimientos de liberación, abriendo las puertas de las cárceles y liberando, entre otros muchos, a Nelson Mandela. Tras aquello, el movimiento negro de liberación sacaría a escena a otros héroes bien distintos, desplazando a los liberales.


Nacida con el nombre de Helen Gavronsky, de padres inmigrantes de origen lituano, se formó con las monjas, quienes enseñaban a su alumnado a no aceptar jamás una derrota, por lo que cabe decir que Helen habría recibido en aquel colegio una excelente instrucción de cara a sus posteriores actividades políticas.


En 1945, fue nombrada tutora y profesora de Historia de la Economía en la Universidad de Witwatersrand, un puesto en el que Helen se mantendría hasta que comenzó a ocupar su escaño en el Parlamento. Helen Suzman se convirtió en miembro del Parlamento por el Partido Unido (el antiguo partido de Jan Smut) cinco años después de que resultara elegido el Partido Nacional y se hiciera cargo del gobierno en 1948.


Seis años después de haber sido elegida, en 1959, Suzman y otros 10 colegas suyos, tremendamente disgustados por la negativa de su partido de votar a favor de la concesión de nuevas tierras a los negros, dimitieron y fundaron el Partido Progresista que más adelante se convertiría en el Partido Progresista Federal.


En las elecciones generales de 1961 – el mismo año en que Sudáfrica se convirtió en república – los progresistas fueron prácticamente barridos del mapa político, con la sola excepción de Helen. Estas elecciones marcarían los que fueron sus 13 años en solitario como única miembro liberal del Parlamento. Fue precisamente durante aquellos años cuando se labró su reputación. Suzman poseía cuatro cualidades en particular. En primer lugar, era una persona valiente y audaz, capaz de enfrentarse a los más intimidatorios y abominables políticos. En segundo término, siempre parecía tener más energía que nadie. En tercer lugar, tenía un inagotable sentido del humor. Finalmente, su cuarta cualidad radicaba en perseguir con extraordinaria tenacidad un principio que debería inscribirse en la lápida de su tumba: «Que se cumpla la justicia».


Helen parecía contemplar a todos aquellos ministros con los que hubo de contender como a exóticos indígenas de alguna selva primitiva. Cabe afirmar que, sin su acusado sentido del humor, Helen Suzman jamás había logrado sobrevivir en aquel entorno.


La reputación de Helen Suzman se cimentó no sólo en su elevada y magnánima forma de pensar y en sus impactantes discursos, sino también en su duro trabajo. Uno por uno, y conforme iban saliendo de la línea de montaje del propio Parlamento, Helen hacía trizas todos los proyectos de ley que intentaban recortar las libertades civiles. Uno a uno destrozaba a sus colegas parlamentarios por su absoluta insensibilidad, su ignorancia y su ineptitud. Día tras día se reunía con la gente más pobre, ya fuera en su oficina o, más frecuentemente, en sus propias chabolas, escuchando sus historias personales, todas ellas rezumando amarguras y pesadumbres, además de repletas de dolor y de odio. Y con su característico desparpajo, Helen solía abordar a los ministros en los pasillos del Parlamento, o desafiar abiertamente a los oficiales de policía en sus propias guaridas, para exigirles que le explicaran por qué una persona de color se estaba viendo despojada de sus derechos.


Es muy posible que la visita más gratificante que Helen hiciera nunca sea la que la llevó hasta Robben Island para visitar a Nelson Mandela y a otros prisioneros. Gratificante porque sirvió para demostrar fehacientemente a quienes allí se encontraban encarcelados que no habían sido olvidados. Mandela suele decir que llegó a conocer muy bien a Helen durante sus visitas, que continuarían después de que Mandela fuera trasladado a la cárcel de Pollsmor, ya en el continente.


Como única miembro del Parlamento por el Partido Progresista que era, Helen había tomado la decisión, con notable ojo clínico, de «utilizar el Parlamento para exponer los trágicos efectos» de las leyes discriminatorias características del apartheid. A tal respecto, citaba con mucha frecuencia a Theodore Roosevelt: «Hice todo cuanto pude, dondequiera que me encontrara y con todo lo que tenía».


Tras retirarse del Parlamento, Helen dejaría para otros la tarea de ejercer de protectores frente a los abusos de poder en la nueva Sudáfrica que siguió a la caída del régimen del apartheid. Muchos liberales, con un fuerte complejo de culpa a causa de sus inhibiciones durante la década de los 80, cuando ellos creían que podría ser un error político manifestarse decididamente contra los excesos del movimiento de liberación, redoblaron sus esfuerzos para evitar que aquella situación se produjera de nuevo, distanciándose de los miembros del Congreso Nacional Africano (ANC).


Las distinciones a la labor de Helen Suzman son muy numerosos, como, por ejemplo, varios doctorados honoris causa, dos nominaciones para el Premio Nobel de la Paz o su reconocimiento como noble por la reina Isabel, aunque, debido a que no era súbdita británica, su título se quedó en Lady Helen.


Helen Suzman, diputada y activista contra el


apartheid


, nació el 7 de noviembre de 1917 en Germinston (Sudáfrica) y falleció el 1 de enero de 2009 en Johanesburgo.

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