La lacra de la violencia doméstica

Mata a su esposa a cuchilladas y hiere a un hijo y a su hermano en Rentería

La víctima, una mujer de 35 años natural de Venezuela y madre de tres niños, recibió varios navajazos, el más grave de ellos en el cuello El agresor presenta lesiones graves al autolesionarse con el mismo arma

El Correo, JUANMA VELASCO, 30-12-2008

Clara Rangel Romero, de 35 años y natural de Venezuela, pasó ayer a engrosar la dramática lista de víctimas mortales de la violencia doméstica, la tercera de Euskadi y la número 71 de España en lo que va de ejercicio. Poco antes del mediodía, su pareja le segó la vida de varias cuchilladas. La agresión se produjo en una vivienda de Rentería, en presencia de los hijos y de un hermano del homicida. Tras cometer el crimen, el autor, también de nacionalidad venezolana, intentó suicidarse. Uno de los menores y el cuñado de la fallecida resultaron heridos en la refriega.
La tragedia se fraguó sobre las 11.45 horas en el cuarto piso del número 8 de la calle Elías Salaberria, en el barrio de Agustinas. En el interior de la casa se encontraban en ese instante, además de la víctima y el agresor, un hermano de éste y tres hijos: Javier, de 16 años, otro de dos y un tercero de apenas unos meses. El mayor de ellos es fruto de una relación anterior que la víctima había mantenido en su país natal con otro hombre, mientras que los dos niños pequeños fueron concebidos con quien era su pareja actual.
Por causas desconocidas se desató una discusión entre la pareja, en el transcurso de la cual, el hombre asestó varias cuchilladas a Clara Rangel. Tras cometer el crimen, el agresor se autolesionó con el mismo arma que había empleado para acabar con la vida de su mujer.
El hijo mayor de la víctima y el cuñado trataron de evitar la agresión y sufrieron varios cortes. Los vecinos explicaron que ambos, con los rostros cubiertos de sangre, salieron al balcón para pedir auxilio. «El primero en salir ha sido el hijo de 16 años. Tenía la cara ensangrentada. Ha pedido ayuda, decía que llamásemos a una ambulancia. Nadie sabíamos lo que estaba sucediendo. Es más, yo he llegado a pensar que le habían golpeado con una sartén o con otro objeto», explicó una vecina, testigo presencial de los hechos. «Cinco minutos después quien ha aparecido en el balcón ha sido el cuñado. Iba desnudo de cintura para arriba. Estaba lleno de sangre. Pedía a voces que llamásemos a la Policía y también a una ambulancia. Los gritos eran desgarradores. Luego ha vuelto a salir. Esta vez llevaba en brazos a los niños pequeños. Había que ver con qué angustia pedía auxilio». De inmediato, los residentes llamaron a la Ertzaintza.
Poco después llegaron varias unidades sanitarias así como dotaciones policiales. El asesino trató de impedir a los agentes el acceso al piso, mientras que su hermano se esforzaba por abrirles la puerta. Finalmente, pudieron entrar en la casa. Las asistencias intentaron reanimar a Clara Rangel, aunque todos los esfuerzos resultaron infructuosos. La víctima presentaba varias heridas, entre ellas un profundo corte en el cuello.
Tanto el cuñado como el hijo mayor fueron atendidos de diversas lesiones y posteriormente evacuados al Hospital Donostia, donde comprobaron que no revestían gravedad. A este mismo centro fue evacuado el autor de las puñaladas, cuyo estado sí fue calificado de grave, aunque no se temía por su vida. Mientras tanto, los dos niños de corta edad fueron trasladados a centros tutelados por la Diputación de Guipúzcoa.
«Papá se ha vuelto loco»
Varios vecinos explicaron que la pareja ya había protagonizado un incidente violento el jueves de la semana pasada. «Fue la noche de Navidad. De pronto se escucharon gritos y ruidos, como si se estuviesen lanzado cosas. Vino la Ertzaintza y también una alguna ambulancia. Creo que atendieron al chico mayor», explicó una vecina. Por este incidente, sin embargo, no consta que se formulase denuncia alguna.
La misma persona explicó que hasta ese momento, la familia había tenido un comportamiento «normal». Añadieron que «no es que el trato fuera especialmente estrecho, pero nos saludábamos con corrección y nunca habían generado conflicto alguno. Es más, en casa comentamos que vaya suerte habíamos tenido con estos inquilinos porque no daban problemas. Es que antes vivieron unos toxicómanos y no había más que líos». precisó.
Amigas del hijo que resultó herido confirmaron la existencia de este altercado. «El chaval se lo contó a otro amigo nuestro. Dijo que su papá se había vuelto loco».
La juez de guardia se personó en el lugar de los hechos así como dos médicos forenses. También acudieron especialistas de la Policía Científica de la Ertzaintza, que efectuaron una inspección de la casa para recabar todas las pruebas.
La cifra de mujeres muertas por violencia de género podría superar la registrada en 2007 y ser la más alta de los últimos ocho años si el Ministerio de Igualdad confirma que alguno de los seis crímenes que mantiene bajo investigación tuvo una motivación machista. El número de víctimas mortales asciende ya a 71, igualando al año pasado y por encima de las 68 de 2006 y las 57 de 2005. Este triste balance revela el escaso impacto del endurecimiento de las medidas penales contra el maltrato y las campañas de concienciación.

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