Madrid ya tiene en Tánger el primer centro de España para repatriar menores

El Mundo, PEDRO SIMON, 23-12-2008

Con capacidad para 40 plazas y asentado en las tres hectáreas de un antiguo cuartel, el complejo está listo para albergar a niños de menos de 14 años devueltos a Marruecos MADRID. – Madrid ya cuenta en Marruecos con el primer centro integral de toda España para dar acogida a menores inmigrantes repatriados desde la comunidad autónoma hacia el reino alauí.


Está ubicado en Taghramt, a más de una hora de Tánger, sobre un antiguo cuartel español; sólo acogerá a niños de menos de 14 años y se levanta sobre un complejo de tres hectáreas de superficie. Cuenta con cuatro naves, cocinas, comedores, despensas, habitaciones, despachos, espacios de ocio… Y desde el pasado 22 de octubre – día en que el Gobierno marroquí comunicó su visto bueno a la Comunidad de Madrid – ya está listo para ser ocupado.


«Nuestra prioridad es que el niño se reincorpore a su familia», cuenta David López, director del centro y responsable de la ONG Paideia. «Ahora bien, si la familia no existe, no puede o no reúne las condiciones adecuadas, el sistema de protección se hará cargo del menor».


La puesta en marcha de un centro como el de Taghramt es un viejo anhelo de la administración madrileña desde 2005. Hoy en día, no existen apenas repatriaciones de menores desde España hacia Marruecos. En todo 2007, fueron devueltos 27 a sus países de origen, la inmensa mayoría a Marruecos.


Según un reciente informe de Human Rights Watch, en los últimos dos años, los tribunales han impedido (y en muchos casos posteriormente anulado) la repatriación al país vecino de al menos 24 menores no acompañados. Casi siempre por defectos procedimentales o por cuestiones de fondo, tales como no escuchar la opinión del joven o no tener en cuenta las posibles consecuencias de su regreso.


Para desatascar lo que se considera un problema nace precisamente el centro de Taghramt.


El primer centro de protección de menores de España en terreno marroquí está ubicado en un área rural y poco poblada, a más de 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar. Como anexo, el complejo cuenta con dos naves donde se impartirán talleres y cursos de inserción laboral a los residentes. Según los responsables, cada chaval estará el tiempo que sea necesario antes de su inserción en la sociedad.


El Ministerio del Interior – que es quien repatría a través de las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno – ya tiene así una herramienta deseada. Así lo pedía al menos el acuerdo hispano – marroquí que el ex ministro Jesús Caldera suscribió al respecto en Rabat el 6 de marzo de 2007.


El artículo 5 del citado Acuerdo entre el reino de España y el Reino de Marruecos sobre cooperación en el ámbito de la prevención de la emigración ilegal de menores no acompañados, su protección y su retorno concertado señala que «las autoridades cooperarán en el establecimiento de un dispositivo de acogida dotado con recursos materiales y humanos cualificados».


Hasta la fecha, sólo la Generalitat – a través del programa Cataluña – Magreb – dispone de un tejido con el que, mediante pisos en Tánger con plazas reducidas (en torno a cinco o seis chicos), se canalizaban las repatriaciones desde la comunidad autónoma. El fracaso del modelo ha provocado que, en 2008, no lograran devolver voluntariamente a ningún menor.


No obstante, las administraciones central y regionales siguen apuntando en la misma dirección. La Comunidad de Madrid ultima otro centro similar al de Taghramt en Marraquech que estará listo antes de un año y que contará con la misma capacidad: 40 plazas. Andalucía tiene en marcha proyectos similares. La propia Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), dependiente del Gobierno, está desarrollando dos en Beni Mellal y Nador, ambos en fase de construcción.


«Se viene hablando de que ésta es la solución desde hace muchos años y desde distintas instancias: la UE, el Ejecutivo, algunas comunidades… Aquí todo el mundo habla, pero ha llegado la hora de hacer», comenta Javier Fernández Lasquetty, consejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid. «Ahora todo depende de que el Gobierno de España y el de Marruecos se pongan de acuerdo», añade. «Ahí tienen un centro de los que querían, listo para ser ocupado. Que por nosotros no quede».


Si bien es la comunidad autónoma, que ostenta la tutela del menor, la que ha de proponer la reagrupación familiar siempre que sea beneficiosa para el mismo; son las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno las encargadas de realizar los expedientes de expulsión y de ejecutar la repatriación.


«Queremos que sean menores de 14 años porque a esas edades existe un riesgo grande: no pueden trabajar a esas edades y acaban en el pegamento, en la calle, delinquiendo», señala David López, de Paideia. «Hay chavales que quieren regresar y que aún siguen allí, en España. Esta es una vía de vuelta que se abre».


‘Pista libre’ para los primeros 30 niños


MADRID. – Un informe de la ONG Human Rights Watch, titulado Retornos a cualquier precio, lanza una advertencia sobre estos centros. «Nos preocupa que los centros puedan ser empleados para acelerar el retorno de los menores extranjeros no acompañados de España a un país que carezca de sistema de protección del menor en activo para acogerlos», señala.


«Aunque de acuerdo a las normas internacionales es admisible repatriar a un menor al país de origen si se toman previamente disposiciones concretas de atención y custodia, en general es discutible hasta qué punto el retorno de menores a tales centros será de acuerdo a sus intereses superiores», añade Human Rights Watch.


De los 230 menores que tiene tutelados la Administración regional, 30 cuentan con menos de 14 años. Para todos ellos, la Comunidad ya ha solicitado la repatriación. «Es el Gobierno el que tiene las competencias para repatriar menores. Si la delegación del Gobierno hace sus deberes, vamos a poder llevar allí a los menores extranjeros no acompañados que hay en Madrid», explica Paloma Martín, gerente del Instituto Madrileño del Menor y la Familia, copartícipe del proyecto junto a la Consejería de Inmigración. «No somos optimistas. Porque en septiembre de 2007 el Gobierno dijo que iba a comenzar a repatriar menores y no lo ha hecho».

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