Un 56% de los inmigrantes que trabajan en empresas españolas proceden de países latinoamericanos, según los datos extraídos de un estudio realizado por la Universidad Francisco de Vitoria presentado ayer, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Migrante. Se realizó sobre una muestra de 100 empresas de toda España durante los meses de junio y julio de este año.

Del estudio se deduce que los trabajadores procedentes de Latinoamérica son contratados por empresas con un número menor a 50 empleados, dedicadas a actividades relacionadas con la industria, la construcción y los servicios.

Junto a ellos, africanos, asiáticos y europeos no comunitarios suelen pasar a formar parte de la plantilla de manera indefinida.

El informe destaca también que los inmigrantes están presentes en todos los niveles de cualificación, siendo tal presencia alta en algunos de los casos.

Por contra, las compañías con menos de diez empleados y dedicadas fundamentalmente a la agricultura, la ganadería y selvicultura se decantan más por trabajadores procedentes del Magreb y de la Unión Europea.

En este caso, los inmigrantes poseen una baja cualificación, son contratados mayoritariamente de forma temporal y, aunque no es habitual que se favorezca su acceso a puestos superiores, se les ofrece formación.

No obstante, la mayoría de las empresa españolas, un 74%, tampoco se implican en esa formación ni en actividades de integración con sus empleados nacionales.

Esto ocurre porque, en general, las firmas consultadas consideran que ofrecen un trato igualitario a extranjeros y españoles.

Pequeñas y medianas empresas coinciden en abogar, según el estudio, por un mayor fomento de la contratación en origen, medida que proponen, además, para ayudar a reducir el paro inmigrante en tiempos de crisis.

A esta situación se refirió ayer en una rueda de prensa el responsable de la Cátedra de Inmigración de la Universidad, Miguel Osorio, al señalar que la mano de obra extranjera será necesaria una vez termine la recesión económica.

Indicó también que, ante los resultados del estudio, y a pesar de una integración actual “razonable”, queda por delante la promoción de futuras políticas de diversidad que hagan más eficiente la contratación y promoción de los trabajadores en España.