Obama, obligado a mirar al sur

ABC, 18-12-2008

POR P. RODRÍGUEZ

WASHINGTON. Para Barack Obama, los problemas de Estados Unidos en Iberoamérica se explican por la obsesión demostrada por la Administración Bush con Irak, y por el incumplimiento tras el 11 – S de una serie de grandes expectativas de ayuda y cooperación generadas entre los vecinos del sur. Según los cálculos ofrecidos por el bando demócrata durante la campaña presidencial, «gastamos lo mismo durante un año en Iberoamérica que durante una semana en Irak». Disparidad a su juicio explotada por líderes antiamericanos como Hugo Chávez o Evo Morales.

En su retórica electoral, el presidente electo insistió en aplicar a la región su deseo de hablar y hasta negociar con los rivales, aumentar la ayuda exterior, seguir respaldando a México y Colombia e intentar una mayor cooperación en materia de energía. Al mismo tiempo, el próximo presidente ha indicado sus reticencias hacia nuevos acuerdos comerciales como el NAFTA, sin las debidas salvaguardias.

Dentro de la agenda de Obama para el resto del continente americano, además de intentar una reforma doméstica en materia de inmigración, se prevén también modificaciones en la relación con Cuba, empezando por un replanteamiento del embargo impuesto durante lo peor de la Guerra Fría contra el régimen castrista. Con el compromiso de autorizar las visitas de familias separadas y los envíos de dinero a la isla para disminuir la dependencia del pueblo cubano de su régimen y facilitar una deseada transición democrática.

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