La comunidad musulmana residente en la Comunitat solicitó ayer al Consell que medie ante los empresarios para conseguir una mayor flexibilidad horaria de los trabajadores durante sus festividades, especialmente en el mes del Ramadán, cuando realizan un ayuno desde alba hasta la puesta del sol.

El problema, sobre todo en aquellos meses en que el día es más corto, es que el momento de romper el ayuno les llega cuando se encuentran en sus puestos. “Al final del día se suele compartir una cena, y mucha gente no puede acudir por su trabajo. Lo mismo sucede con el final del Ramadán, o la fiesta del cordero”, según explicó ayer Mouloud Talbi, presidente del festival de Cine por la Integración y miembro del Foro Valenciano de la Inmigración, donde realizó el planteamiento. Se trata de una petición que contempla la ley que regula el acuerdo entre el Estado y la Comisión Islámica de España y que se aplica, por ejemplo, en Ceuta y Melilla. La Conselleria de Inmigración se comprometió a trasladar la petición a la Confederación de Empresarios (Cierval).

Amparo Sánchez, presidenta del Centro Cultural Islámico de Valencia y miembro del Foro, explicó que otra de las reivindicaciones es que se adapten los menús escolares para los alumnos musulmanes, como por ejemplo, eliminando los productos derivados del cerdo.