ECATEPEC, Méx.— En los últimos 12 meses, la Casa del Migrante, el único albergue en su tipo que funciona en la Zona Metropolitana del Valle de México, ha brindado ayuda a más de mil 600 indocumentados, la mayoría de ellos procedentes de Centroamérica.

Desde el 14 de diciembre del año pasado el municipio puso en funcionamiento el inmueble que está localizado en la colonia San Miguel Xalostoc, y desde entonces se ha convertido en un oasis en medio del desierto para los que intentan conseguir el sueño americano.

El 1 de octubre pasado personal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se presentó al lugar para informar a las autoridades de Ecatepec que el albergue fue construido en una zona federal y tenía que ser reubicado.

Días más tarde, el ayuntamiento acató la determinación y reubicó unos metros atrás el nuevo espacio.

En los últimos 365 días, personas que salieron de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua hicieron una escala en Ecatepec para recuperar el aliento y continuar con su viaje hacia la frontera norte de México.

Sólo 5% de los que han llegado al albergue son mujeres. Arturo López García, encargado de la Casa del Migrante, indicó que algunos de los logros más significativos es que disminuyeron los casos de secuestros de personas en la zona, además de que no se han presentado accidentes que provocaban mutilaciones o muertes al caer del tren.

En ese lugar los centroamericanos tienen a su disposición dormitorios, baños, cocina y una sala, así como una bodega de víveres y un libroclub con más de un centenar de textos.

La embajada de Honduras gestionó con el Club Rotario de Ecatepec la donación de cobijas, ropa, víveres y un filtro de agua.

La Oficina de Atención al Migrante ha gestionado la repatriación de 10 personas en lo que va de la administración: siete hombres y tres menores de edad, todos ellos de Honduras y Guatemala. Adicionalmente, ha repatriado en 16 ocasiones restos humanos y a enfermos, se ha localizado a 37 personas en Estados Unidos, y apoyado a tres centroamericanos accidentados.

Ayer se celebró el primer aniversario del inmueble y los hondureños Joel David García, David Orlando Canales y Carlos Jovani Martínez tomaron un respiro en ese sitio antes de emprender el último tramo de su largo viaje.

 
 
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