Crisis en EE. UU. obliga a retorno de migrantes 

Prensa Libre, 16-12-2008

Nueva York. Jorge Luna decidió a regresar a su México natal, para lo cual renovó su pasaporte en dos días y saltó a un avión a las 9 de la mañana del jueves de la semana recién pasada.

Fueron 96 intensas horas en las que Luna resolvió dejar atrás la vida que se había forjado a lo largo de 12 años trabajando como mesero en un restaurante de Brooklyn.

El inmigrante de 29 años, nacido en Puebla, fue despedido en noviembre y no logró encontrar un trabajo que le pagara su anterior sueldo.

“Yo ganaba de US$800 a US$900 a la semana porque ya llevaba tiempo trabajando allí. Querían tomar a alguien que cobrara mucho menos”, dijo Luna, a la salida del consulado mexicano en Manhattan, donde pasó varias horas el 12 de noviembre para renovar su pasaporte

“Aquí ya no veo ningún futuro. Pero allí (en México) sí, al menos tengo mi familia”, dijo, añadiendo que quiere abrir una granja de ganado de engorde.

Luna pasó a engrosar las filas de inmigrantes latinoamericanos que han decidido regresar a sus países de origen en los últimos meses, afectados por la recesión en Estados Unidos y ya estremecidos por una intensa campaña de las autoridades en busca de indocumentados, la cual incluye redadas en sitios de trabajo.

Esa campaña le apunta no sólo al indocumentado sino al que lo contrata, por lo que cada vez le cuesta más conseguir trabajo a las personas sin papeles.

Sin embargo, el regreso a casa para los hispanos que viven en Estados Unidos no ha sido masivo, según datos de consulados latinoamericanos y oficinas federales de inmigración.

Alejandro Ochoa, por ejemplo, compañero de piso de Luna en Brooklyn, dice que no está preparado para dejar el país.

“Yo sé que si regreso, en un mes ya me quiero volver”, explicó Ochoa, un mesero de 24 años que nació en Tabasco, México, y que perdió su trabajo recientemente.

El fenómeno del retorno —relativamente nuevo— coincide con una disminución en la cantidad de latinoamericanos que llegan en busca del sueño americano. La emigración mexicana, que es la más grande, ha bajado 42 por ciento en los dos últimos años y 300 mil indocumentados menos cruzaron la frontera anualmente en los últimos cuatro años, según datos del Centro Hispano Pew.

Los efectos de la crisis han golpeado ya el envío de remesas, según el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (FOMIN).

Este año los inmigrantes hispanos enviarán US$67 mil 500 millones a Latinoamérica, comparado con los US$66 mil 500 millones del 2007, anunció el Fondo el mes pasado.

Ajustado por la inflación, el monto de este año valdrá alrededor del 1.7 por ciento menos que el monto del año pasado, lo que supone el primer descenso en el valor de remesas desde que el FOMIN empezó a estudiar los envíos en el 2000.

Junto con el retorno voluntario, aumentaron las deportaciones, explicó Lou Martínez, portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. El país deportó 288 mil 663 personas en el año fiscal 2007 y 349 mil 041 personas en el año fiscal 2008, muchas de ellas hispanas, señaló el vocero.

AP

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