Ética procede del griego ethos y moral deriva del latín mos . Una y otra tienen un origen común en cuanto que hacen referencia a costumbres, a los modos de ser y actuar. La ética se refiere a los fundamentos y la moral señala los valores. Ambas tratan de determinar aquello que la sociedad considera justo y correcto.

Lo público debe estar presidido por un comportamiento ético y lo privado por un actuar moral. En estos tiempos de crisis parece que estas exigencias deben ser especialmente respetadas. Solo desde conductas ética y moralmente irreprochables puede superarse una crisis como la que padecemos.

Los gobernantes deben evitar cualquier despilfarro o corrupción que provocaría un grave escándalo en esta situación de crisis dramática. Una vida pública limpia y sensible a las necesidades sociales más acuciantes generaría confianza y haría a la política no solo más ética, sino también más estética. Junto a ello, repugna hasta el vómito que algunos hagan negocio aprovechándose de la miseria. Esta semana se ha denunciado la explotación de inmigrantes que son contratados, a la amanecida, para la construcción, por un salario de hambre, sin Seguridad Social y con jornadas de diez horas. Se les ha bautizado con el mote de cazacurros , ya que a pesar de la inmoralidad de sus condiciones laborales solo algunos, los que cazan el curro, logran esos 30 o 40 euros que cobran. Y en ocasiones, tratándose de sin papeles , quienes los contratan ni siquiera les pagan sabiendo que las víctimas no los denunciarán. La sociedad no debe consentir que estas conductas puedan quedar impunes.