La lluvia y el frío endurecen las largas colas de inmigrantes para obtener sus papeles

Los extranjeros denuncian que soportan «hasta 12 horas» de espera sin tener la certeza de que vayan a ser atendidos por la Policía

El Correo, JOSU GARCÍA, 15-12-2008

Muchos permanecen sentados en el suelo, tapados con mantas. Otros se refugian de la intensa lluvia arrimándose a la pared, buscando el endeble refugio del estrecho alero de un edificio. Son unos treinta. Pasarán toda la noche a la intemperie, pero no son indigentes, sino inmigrantes que hacen cola para tramitar sus papeles en la comisaría de la Policía Nacional de Indautxu. Se les puede ver cada madrugada de este frío otoño en la esquina comprendida entre las calles Felipe Uhagón y Gordoniz. Algunos esperan durante más de 12 horas, sin la certeza de que vayan a poder realizar el papeleo, ya que hay grupos de gente que aguardan por más personas a cambio de dinero y las introducen en los turnos a última hora. La situación, que se viene repitiendo ya desde hace más de seis meses, ha «indignado» a un buen número de extranjeros, que han decidido denunciar públicamente la situación.

Atanasia llegó hace ya varios años desde Paraguay para trabajar y sacar un dinero con el que mantener a su familia. En la madrugada del pasado viernes, a eso de las cuatro, se puso a la cola. Sin embargo, no pudo cumplir con su objetivo, porque decenas de personas la precedían y el personal de la comisaría no da abasto. Las dependencias abren a las nueve. Y en ese momento se hace una previsión de la gente que se va a poder atender. Muchos se quedan fuera de este cálculo, pero deciden aguardar igualmente la mayoría de las veces en vano.

Los inmigrantes realizan estos esfuerzos porque necesitan el NIE (Número de Identificación de Extranjeros). Se trata de una tarjeta parecida al DNI y tiene vital importancia. No garantiza el derecho a residir en España, pero es necesaria para realizar cualquier trámite oficial. También posibilita a su titular abrir una cuenta bancaria, adquirir un vehículo o poner en marcha un negocio.

«Cruel situación»

«Esto es indignante. Este frío y esta lluvia no hace sino deshumanizar nuestras crueles esperas», criticaba la joven paraguaya. «No hay derecho, más de seis horas aquí y, al final, para nada», protestaba otra de las mujeres que se quedó fuera de la comisaría.

La situación se repite desde hace varios meses. «Lo que pasa es que en verano pasar la noche al raso no es tan malo», asegura Rogelio M’dongo, de Ghana. «Este es mi segundo día aquí y tampoco he tenido suerte. Para mañana voy a venir a las siete de la tarde y voy a ser el primero, porque no me puedo arriesgar a irme de vacío otra jornada más», comentaba en un deficiente castellano. Un sistema de cita previa por vía internet o telefónica podría acabar con el problema, apuntan algunos afectados.

La Subdelegación de Gobierno es consciente de la situación, aunque no parece muy dispuesta a trasmitir las quejas a la Dirección de la Policía Nacional para revertirla. «También hay colas para sacarse la tarjeta Ona del Gobierno vasco o frente a otras instituciones. Las largas esperas no son exclusivas de esta Administración», comentó un portavoz. La misma fuente apuntó que se han hecho algunos esfuerzos para dotar de más medios a la comisaría de Indautxu, pero que «la avalancha» de inmigrantes es tal que «se hace lo mejor que se puede». En este sentido, el mismo portavoz recuerda que el número de personas con NIE en Vizcaya se ha duplicado en apenas cuatro años. «Hemos pasado de 22.000, en 2004, a más de 40.000 actualmente», apunta.

Los inmigrantes sólo piden «un poco de organización». Aseguran que «será preferible un sistema que te haga esperar al teléfono, pero no en la calle durante toda la noche», sugieren. «Pensé que este país era otra cosa», sentencia N’dongo.

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