Muxlim Pal es un mundo virtual en internet sobre el estilo de vida islámico

El Periodico, CARINE MANSOUR, 14-12-2008

Layal abre la puerta de su habitación. Se quita los zapatos, se lava la cara y se arrodilla en la alfombra para rezar. Le gusta mucho ir de compras, quedar con sus amigos y pasear, y tiene un armario lleno de ropa cool. Layal es una joven musulmana, pero puede ser cualquiera, aunque sea de cualquier otra religión, o ateo. Layal no es real. Es un avatar, un personaje en tres dimensiones simulado por ordenador.
Nacido hace seis meses, y aún en periodo de prueba, Muxlim Pal es un mundo virtual con herramientas más o menos parecidas a las de Los Sims o Second Life, pero su originalidad es que es musulmán. Muxlim.com, el portal que alberga Muxlim Pal, es una red social creada hace dos años en Finlandia por Mohamed El – Fatatry y Pietari Päivänen con el objetivo de conectar entre sí a los musulmanes, ofreciéndoles una alternativa a las redes sociales existentes, como Facebook o My Space. “Percibimos una necesidad de crear esta red en Occidente, donde los musulmanes son minoría”, explica Ashar Saeed, su vicepresidente.

Del usuario al ‘avatar’
Como Islamic Tube es el contrapunto de You Tube, Muslim Space – – que es el propio Muxlim.com – – es el de My Space. La aparición de los equivalentes islámicos a las páginas web más conocidas responde a una búsqueda de identidad de los musulmanes de Europa, que, como dice el antropólogo francés Pierre Lathuilière, “se sienten desfavorecidos”. “Cuando uno se siente perdido, la red, que proporciona inmediatez, es una buena manera de encontrarse en el marco de una misma religión”, añade.
Muxlim.com se ha convertido en la mayor comunidad on line de musulmanes, con 1,5 millones de visitantes únicos al mes. La gran mayoría proviene de EEUU y del Reino Unido, pero últimamente han empezado a unirse residentes en Oriente Próximo (el 15%) y Asia (el 5%). “En los países donde hay censura, la gente tiene muy pocas opciones. Como red social, les ofrecemos la oportunidad de socializarse”, explica el vicepresidente.
De la red social, donde los miembros dejaban sus sugerencias, surgió la idea de crear un mundo virtual. Y nació Muslim Pal. Sus usuarios controlan la vida de un pal o avatar, inspirado en los dibujos animados y que vive en el mundo virtual. Eligen su apariencia y la decoración de su habitación. Hay un centro comercial, un bar de playa, un parque, un escenario para conciertos, un centro de negocios, el despacho de Muxlim y el patio de la mezquita.
Es un patio y no una mezquita, porque Muxlim Pal no es un entorno religioso, sino que trata del estilo de vida de los musulmanes. Y este, igual que en la vida real, incluye a gente de otras religiones. Por ello, como apuntan sus autores, la red está abierta a todo el mundo, no solo a los musulmanes, siempre que haya respeto mutuo. “Nuestro objetivo es promover los valores del islam, como la bondad, la armonía social y la cohesión religiosa”, destaca Saeed.

“Se trata de divertirse”
“Asalaamu Alaykum paz a vosotros, salam paz”, dice el mensaje de bienvenida. En Muxlim Pal, llevar el hijab, el velo, es una opción y no una obligación. “Uno puede hacer lo que quiera. Incluso ser mujer y llevar barba – – bromea Saeed – – . Se trata de divertirse”.
Divertirse, siempre dentro de los límites del islam. Así, en el bar, como en la vida real de los países islámicos, no se puede tomar alcohol. No se puede comer cerdo, ni tener material pornográfico. Y aunque se puede comprar moneda virtual, no es posible hacer apuestas.
¿Cómo puede ser el día a día de un musulmán? Muxlim Pal propone hacerse una idea. “Es para quien quiera saber qué hace un musulmán. Les queremos enseñar que los musulmanes son tan normales como cualquiera. Queremos que su estilo de vida sea compartido por otros”, explica Saeed.
¿Layal deberá ir a la escuela con o sin velo? ¿Habrá una iglesia, una sinagoga? Son preguntas que los diseñadores aún no han contestado. La versión definitiva de Muxlim Pal se inspirará en los deseos de los usuarios. Pero lo que es seguro es que no habrá armas ni bombas. De hecho, tampoco hay un concepto de propiedad ni de vida o muerte por los que pelearse.
¿Puede el mundo virtual inspirar estilos de vida reales de tolerancia o cohesión social, que en la realidad aún están lejos? La red es el espacio donde todo es posible. Aunque sea una ilusión.

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