10.000 inmigrantes menos en la fresa de Huelva

El País, LIDIA JIMÉNEZ, 13-12-2008

No es un buen año para los inmigrantes que buscan trabajo en Andalucía. No sólo por los tristes episodios que se han vivido en Almería o Córdoba, donde tras el largo viaje no encontraron empleo ni cobijo. En la provincia de Huelva, el número de contratos en origen para temporeros extranjeros ha bajado en 10.000 personas. La buena noticia es para los trabajadores locales (tanto españoles como inmigrantes con permiso de residencia). El cupo ha aumentado para unos y para otros en 5.000 plazas.

La crisis económica ha sido, en parte, la culpable de este cambio de tendencia. “Tenemos mucho paro en España. Los tradicionales temporeros de la fresa, con el auge de la construcción del 2000, dejaron el trabajo del campo y se dedicaron al sector servicios. Y ahora están regresando”, apunta Eduardo Domínguez, responsable de migraciones de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas de Huelva. Este año habrá 45.000 españoles (y extranjeros con residencia en España) en la campaña de la fresa. El año pasado fueron 35.000. “Vuelven los freseros de toda la vida”, sintetiza Domínguez.

Las nacionalidades que forman el contingente esta campaña también varían. El número de marroquíes (todas mujeres) ha aumentado en 8.000 y el de rumanas y búlgaras ha bajado en 5.000, según datos proporcionados por Juan Antonio Millán, alcalde de Cartaya y presidente de la Comisión de Municipios con Inmigración de Huelva (COMI).

La relación de temporeros pedidos en la recolección anterior fue el siguiente: Marruecos (12.000), Rumania (11.000), Bulgaria (4.000), Polonia (3.500) y Ucrania (4.000). “Al final, de los 34.500 pedidos, acudieron 31.000”, explica Millán, que advierte del 10% de bajas “por múltiples motivos”, en todas las campañas.

El descenso de trabajadoras del Este está relacionado, según los empresarios, con la burocracia. “En Rumania hay muchísima gente dispuesta a venirse. Además, se adaptan muy bien a nuestras costumbres, aprenden rápido el idioma, pero la administración rumana funciona regular”, apunta Domínguez. “En Marruecos, sin embargo, se facilita más el papeleo”, asegura. Y José Manuel Romero, presidente de Freshuelva, no quiere generar “ningún tipo de efecto llamada”: “Ni para españoles ni para extranjeros. Todo tiene que pasar por el Servicio Andaluz de Empleo”.

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