«La paciencia es una virtud, sobre todo en el amor»

Se estrena 'My Blueberry Nights', un filme sobre la melancolía amorosa coprotagonizado por Norah Jones y Natalie Portman

El Correo, ANGÉLICA MARTÍNEZ, 12-12-2008

Con una agitada vida sentimental que le ha costado más de un disgusto, el actor británico Jude Law entra hoy en la cartelera española con ‘My Blueberry Nights’, una historia sobre el amor platónico firmada por Wong Kar – wai, en la que tiene como compañeras de reparto a la cantante Norah Jones y a Natalie Portman. El amor perdido, la melancolía y la soledad están presentes en esta historia protagonizada por Law, a quien la interpretación no le impide ocuparse de los tres hijos que ha tenido con la también actriz Sadie Frost.

- ‘My Blueberry Nigths’ es el debut cinematográfico de Norah Jones. ¿Le ha dado usted algún consejo?

- Desde el principio me quedó claro que no necesitaba ninguno. Es una mujer muy inteligente, con los pies en la tierra, que disfruta con todo lo que hace. Fue muy interesante trabajar con alguien nuevo en esta profesión, sobre todo por su autenticidad. El reto estuvo en mantener la naturalidad que Norah transmite ante las cámaras. Ha sido una compañera perfecta para esta aventura.

- Wong Kar – wai tiene fama de complicado.

- Al igual que mi personaje, yo me siento un hombre en un momento muy interesante de mi vida, una persona que trata de recomponer las piezas de una relación. Durante el rodaje, Norah y yo nos pasamos horas y horas hablando del amor con el director, analizamos hasta extenuación la esencia de las relaciones que tiene mi personaje. Fue una experiencia catártica, reflexiva, que dio mucho sentido a mi vida.

- ¿Qué aprendió sobre el amor?

- Siempre les he dicho a mis hijos que lo que hago en el cine no es aplicable a mi vida. Esta película me ha enseñado que la paciencia, sobre todo en el amor, es una virtud. Todos nos hemos equivocado alguna vez en las relaciones, debemos permitirnos cometer errores. Lo más sano es aprender de lo malo, admitir nuestros fallos, y luego perdonar y olvidar.

- Entonces, ¿ya tiene sentido para usted la fidelidad?

- Me casé a los veintidós años y tuve a mis tres hijos antes de llegar a los 30. Hice vida de soltero a los diecinueve, luego me di cuenta que salir a clubes, emborracharme y tratar de ligar siempre era agotador y no me llevaba a ningún sitio.

- ¿Qué le llevó a apoyar el documental que se ha filmado en Afganistán?

- Mostrar al mundo que este país es más que una tierra marcada por la guerra y sumida en la violencia. Es un país lleno de orgullo y esperanza.

- ¿Le preocupa el futuro?

- No voy a hablar de política porque me llevaría horas. Vivimos una situación de la que tardaremos muchos años en recuperarnos porque todos vivimos con miedo. Me da miedo la obsesión que hay por la vanidad, el glamour y el cotilleo.

Despreocupado

- ¿Qué opina sobre la inmigración?

- Londres es lo que es gracias a la gente que viene de fuera. Es una ciudad multirracial. Crecí en una escuela donde los blancos éramos minoría, por lo que desde pequeño respiré culturas diferentes. Pero hemos llegado a unos números que exigen, aunque sean injustas, restricciones.

- Sus amigos dicen que es un mecenas de arte.

- Me gusta comprar obras que me hacen sentir bien, que me inspiran, cuando están en mis paredes. Quiero que mis hijos crezcan rodeados de arte.

- ¿Ha tenido la necesidad de parar y volver a empezar?

- Todos hemos tenido ese sentimiento alguna vez. En la cultura occidental domina esa maldición de querer triunfar a toda costa. Más de una vez me he mirado al espejo y me he preguntado: ¿Cómo puedo vivir contigo? Es un buen ejercicio porque tomas conciencia de tus verdaderas necesidades.

- Supongo que es consciente de lo atractivo que resulta a las mujeres.

- No vivo pendiente de mi imagen. No pierdo un segundo en combinar la ropa, me pongo lo primero que encuentro y con lo que me siento cómodo. Y si mi novia me dice que me cambie, no le hago caso porque no me preocupa este tema.

- ¿Ha hecho un pacto con el diablo?

- Yo no le pediría nada al diablo porque, al final, vendría a cobrar. He conseguido muchas cosas y, a cambio, he perdido intimidad y privacidad. En la vida tienes que dar y recibir, es un toma y daca

- Parece que se conoce muy bien.

- En el colegio me llamaban Jude ‘El anarquista’ porque iba a mi aire y odiaba pertenecer a un grupo. Además, eran los otros los que querían ser populares. Siempre me he considerado un hombre del montón.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)