Ayer arrancó el Cine Fest Brasil, que hasta el 18 de diciembre invade los Verdi Park con un puñado de ‘pelis’. Una oportunidad de oro para recuperar cintas como la apabullante ‘Tropa de élite’ o la premiada ‘Estómago’. A su directora sólo le queda un deseo por cumplir: más coproducciones hispano – brasileñas «Barcelona es la ciudad más culturalmente activa de España, así que teníamos que estar aquí. No sólo por la respuesta de su público, sino porque la consideramos la puerta de entrada al intercambio, a la coproducción de películas», explica Viviane B. Spinelli, directora del festival.

El Festival de Cine Brasileño aterriza este año con un puñado de películas que, le suenen o no al público barcelonés, vienen más que recomendadas por la crítica. Es el caso de la premiada producción Estómago, dirigida por Marcos Jorge, que en el pasado Festival de Cine de Valladolid arrasó. Joao Miguel, su protagonista masculino, se llevó el galardón de mejor actor (Joao estará, por cierto, en la proyección de Barcelona), y su director, Marcos Jorge, también. La cinta, una sátira contra la desigualdad social con la gastronomía como hilo conductor, se alzó con la Espiga de Oro por decisión unánime del jurado internacional de Valladolid.

«Todas las películas son imperdibles. Cada una a su manera, claro.Pero si algo tienen en común es que todas hablan de la realidad brasileña, aunque lo hagan desde la comedia o el drama. Estómago, por ejemplo, es una de las mejores películas del cartel. Aborda temáticas tan universales como el amor o la dignidad, y los premios de la Seminci han sido un empujón estupendo para la película», dice Spinelli. La película narra las tribulaciones de Raimundo, que emigra a la gran ciudad en busca de un mundo mejor y allí descubre que tiene un talento nato para la cocina. De repente, su vida cambia, aunque sigue enamorado de la prostituta Iria.

Tropa de élite de José Padilha es otra de las cintas que llegan con carta de recomendación bajo el brazo. De un realismo inflexible, duro hasta decir basta, la película se sumerge en el día a día del batallón de un grupo de policías donde la corrupción es tan natural como respirar. La película, que trastornó al país entero incluso antes de su estreno (11 millones de brasileños la vieron en copias piratas; la cinta tuvo que reeditarse), se alzó con el Oso de Oro en la pasada Berlinale (con Costa – Gavras presidiendo el jurado).

«El festival siempre ha contado con un público maravilloso, muy fiel desde la primera edición. Y ahora que ya vamos por la tercera hemos cogido la confianza suficiente como para programar tres sesiones al día», confiesa Spinelli. Además, una de las novedades del festival este año es el Doc Tv Ib. El Festival cuenta con el apoyo de Fomento de Producción y Teledifusión del Documental Iberoamericano, así que antes del inicio de la programación de cada día, se proyecta un mediometraje sudamericano. «La mayoría son coproducciones de Brasil con Puerto Rico, Colombia, Argentina, Uruguay y Cuba. Y creemos que España está faltando en esa lista».

Lo mejor de Glauber Rocha

«Este país necesita poetas» fue una de las frases que dejó para la posteridad el director brasileño Glauber Pedro de Andrade Rocha (Bahía 1938 – Río de janeiro 1981). Cameo edita ahora parte de su obra en un pack que verá la luz el próximo mes de enero.La caja contiene cinco de sus películas más importantes: Barravento, Dios y diablo en la tierra de sol, Tierra en trance, El dragón de la maldad contra el santo guerrero y La edad de la tierra son los títulos rescatados por la editora/distribuidora catalana en su colección de autor Initial Series. Todas han sido restauradas en la medida de lo posible por sus herederos.

El pack supone la edición en España del principal impulsor del Cinema Novo brasileño, una de las voces más radicales y críticas de la década de los 60 que agitó toda la cinematografía latinoamericana con sus películas, donde el subdesarrollo no se escondía, sino todo lo contrario. Con El dragón de la maldad ganó el premio al mejor director en Cannes en el 69, y Tierra en trance, del 67, estuvo nominada a la Palma de Oro.