Tribunales

Un juez precinta el 'club' de Navas

El Mundo, PABLO HERRAIZ, 12-12-2008

Tres brasileñas denunciaron secuestro y explotación en el Varadero La Guardia Civil precintó anteayer el Club Varadero de Navas del Rey, dos de cuyos dueños fueron detenidos la semana pasada por presunto abuso y secuestro de tres mujeres brasileñas, después de la solicitud cursada por la Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsificación ante el juez de Navalcarnero que instruye el caso.


El local, que reabrió a lo largo del fin de semana, fue precintado en torno a las 18.00 horas por agentes del puesto de Navas del Rey por orden del juzgado de Instrucción número dos. Se da la circunstancia de que el arrendador del local es el propio alcalde de la población, Jaime Peral, del Partido Popular.


Como publicó este diario, la investigación policial comenzó gracias a varias chicas que consiguieron escapar de sus extorsionadores y los denunciaron. Huyeron a Toledo y realizaron sus denuncias ante la Brigada de Extranjería de esa provincia.


El club ha estado regentado hasta ahora por dos hermanos españoles, uno de los cuales tiene una novia brasileña, al parecer muy conocida por la policía de su país. Por ese motivo el local sólo tenía chicas brasileñas, 25 en total. La novia, también detenida, se dedicaba a captarlas.


Durante el registro se intervino una pequeña cantidad de cocaína y una balanza de precisión. Estaban guardados en la oficina y lo administraba la mujer brasileña. Fuentes de la investigación indicaron que a las chicas se las obligaba a consumir cocaína cuando el cliente quería, y que incluso se les hacía pagar la droga.


Los supuestos delincuentes retenían sus pasaportes para que no pudieran escapar con su documentación, e incluso las decían qué ropa debían ponerse y cómo actuar con los clientes.


A los dos hermanos dueños del Varadero se les imputa también un delito de agresión sexual, porque presuntamente hacían que las mujeres mantuvieran relaciones gratis con sus amigos, sin preservativo si ellos querían, y tenían que plegarse ante cualquier perversión sexual de los amigos de los dueños.


Fueron detenidas seis personas: los dos hermanos, sus parejas y dos porteros.

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