Corazón tan negro

La política de tolerancia cero logró reestablecer el orden en las calles

El Universal, 11-12-2008

Le dicen el “sheriff más duro de los Estados Unidos”, y él acepta el mote sin reparos. “Soy el villano, pero eso no es tan importante”, suele decir Joe Arpaio, hijo de inmigrantes napolitanos que este año cumplió 76 años e hiló su quinto periodo consecutivo como alguacil del condado de Maricopa, el más importante de Arizona. Para un hombre a quien no pocos acusan de racista y persecutor de indocumentados, el triunfo le resultó lo más parecido a un dulce en la boca. Arpaio afianzó la victoria en el proceso del 4 de noviembre pasando por encima del demócrata Dan Saban, el ex jefe de Policía de Buckeye, a quien derrotó una vez más.

En el segundo estado con mayor proporción de mexicanos, ese triunfo es un desafío a la lógica de los eternos críticos del sheriff, único en aplicar la ley estatal anti – coyote, que lo mismo penaliza a inmigrantes indocumentados que a sus traficantes. Lo cierto es que la política de tolerancia cero impuesta por este ex agente de la DEA ha contribuido a restablecer cierto orden en las calles de Phoenix, Guadalupe y Mesa, y en los centros penitenciarios del condado, donde sus tácticas han llegado a las fronteras de lo ilegal, de acuerdo con señalamientos de Amnistía Internacional.

Arpaio congrega todos los elementos para ser visto como el malo de la película: sus batidas contra indocumentados han llegado a cada rincón de los barrios del sur, en los que suelen refugiarse, y como si fuera a una guerra no duda en echar mano de armamento de alto calibre y vehículos blindados para capturarlos. Dentro de las cárceles las cosas no son más tersas. Arpaio tiene como regla inquebrantable que los prisioneros realicen trabajos comunitarios atados unos con otros por cadenas, y les ha despojado de privilegios que existen en otros centros penitenciarios, como el café, el tabaco, aparatos para ejercitarse y televisión por cable.

El paquete de reclusión lo complementa obligándolos a portar un atuendo de camiseta y calzón rosa, pantalones y gorros a rayas blanco y negro. “Esta gente está en la cárcel para pagar sus deudas con la sociedad, no para crear músculos y asaltar a gente inocente cuando dejen la prisión”, se justifica.

El sur de Arizona es el gran hervidero de la inmigración indocumentada dentro de Estados Unidos. Por eso ha sido fácil culparlos de todos los colapsos institucionales que se tienen en el estado, desde el penitenciario hasta el médico. Bajo esa premisa el sheriff movilizó a sus agentes para poner en prisión a 77 mil individuos, 16 de los cuales eran inmigrantes sin documentos. Las operaciones le daban para mediados de año una intención de voto entre el 80% y 90%, mucho para alguien que lleva en el cargo desde 1992.

“Desde que una persona atraviesa (ilegalmente) la frontera, usted está cometiendo una infracción a la ley. No hay duda de que los ilegales participan en el tráfico de droga y otros crímenes”, dijo en una entrevista reciente con la cadena Univisión, la principal cadena hispana del país.

Arpaio estuvo lejos de barrer en noviembre con esa proporción de votos a su favor, sin embargo, su popularidad es equiparable a los odios concentrados en su figura. O incluso, mayor. El 27 de diciembre Fox tiene previsto lanzar el primero de una serie de capítulos de su nuevo reality show, en el que la estrella será el polémico alguacil. Lo ha bautizado como “¡Smile: Your’e under arrest!” Y no es otra cosa más que la captura en video del sheriff cumplimentando órdenes de arresto, algo así como 400 casos.

La premisa del programa es una sola: enviar un mensaje claro y contundente de que, todo aquel que opere fuera de la ley será, tarde o temprano, atrapado por el sheriff más duro del oeste.

 

 

 

 
 
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