60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Diario de noticias de Gipuzkoa, por luis fernando González arce, 10-12-2008

el 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Sesenta años después, los derechos humanos siguen siendo una promesa incumplida y traicionada por los poderosos de este planeta, que han antepuesto en muchas ocasiones intereses políticos, económicos y personales a los principios de justicia, libertad e igualdad que consagra la Declaración Universal.

A pesar de haber avanzado mucho respecto a la creación de normas, sistemas e instituciones de derechos humanos en el ámbito internacional, regional y nacional, los rasgos distintivos del mundo en nuestros días son la injusticia, la desigualdad y la impunidad, que siguen amenazando la libertad y la dignidad de las personas.

Según el último informe de Amnistía Internacional, sólo en 2007 1.252 personas fueron ejecutadas en 24 países, se documentaron casos de tortura y malos tratos en 81 países, y en 45 países existen presos y presas de conciencia. Al menos en 23 países existían leyes discriminatorias hacia la mujer, y en catorce había leyes discriminatorias contra distintos tipos de minorías. 77 países mantenían restringida la libertad de prensa y de expresión, y en 54 se produjeron juicios sin las debidas garantías procesales. Por si fuera poco, al menos 854 millones de personas sufren la tortura del hambre en todo el mundo, lo que supone, tal vez, la mayor violación contra los Derechos Humanos.

Hoy somos testigos de:

- Ataques con impunidad de grupos armados y fuerzas gubernamentales contra poblaciones civiles.

- Violencia omnipresente contra las mujeres.

- Promoción de la tortura y los malos tratos como modos aceptables de reunir información.

- Represión de la disidencia y ataques contra periodistas y activistas.

- Falta de protección para personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes.

- Negación de los derechos económicos y sociales.

- Evasión de la rendición de cuentas por parte de las empresas por abusos contra los derechos humanos.

También reconocemos tendencias positivas: cada día más países se suman a la abolición de la pena de muerte; desde la detención en Londres del ex presidente chileno Augusto Pinochet, el mundo es un lugar cada día más pequeño para los perpetradores de crímenes atroces contra las personas; la comunidad internacional ha dado los primeros pasos para la adopción de un tratado sobre el comercio internacional de armas.

Estos logros se deben en gran medida a la presión del movimiento internacional pro derechos humanos, del que Amnistía Internacional es parte destacada, con sus más de dos millones de miembros en 150 países.

Amnistía Internacional quiere aprovechar este aniversario para reivindicar la vigencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La organización recuerda que el respeto a los derechos humanos debe estar por encima de todo y debe ser prioridad en la agenda política de los gobiernos y autoridades de todo el mundo.

Para ello, activistas de Amnistía Internacional recaban en ciudades de todo el Estado firmas de adhesión a la Declaración Universal, recordando a una figura emblemática de la defensa de los derechos humanos, como es la activista birmana Aung San Suu Kyi, privada de libertad casi permanentemente durante las dos últimas décadas.

Las firmas recogidas en los actos de calle de todo el Estado, así como las recabadas hasta el momento a través de la página web www.actuaconamnistia.org, fueron enviadas ayer al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, instándole a que las políticas del Ejecutivo garanticen el efectivo cumplimento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Sólo mediante el cumplimento de los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se hará realidad la dignidad humana universal.

* Amnistía Internacional

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