DV. Varios colegios de la villa de Errenteria han tomado parte a lo largo de las últimas dos semanas en el Zoco Kaebnai celebrado en San Sebastián, un proyecto socio – educativo que, según explican sus organizadores, «pretende luchar contra la exclusión social de minorías e inmigrantes y garantizar la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos de Gipuzkoa». Su clave es «avanzar hacia un modelo de comunidad más integrador, justo y tolerante».

Los alumnos de los citados centros de enseñanza de Primaria y Secundaria han podido comprobar por sí mismos que «el zoco es una actividad generadora de un abordaje intercultural novedoso». En él, las personas que lo han visitado han participado con los cinco sentidos en una exposición calificada de interactiva. «Está, se convierte así en una exposición explosiva para los sentidos, en una especie de mercado repleto de productos y materias primas de diferentes orígenes», dicen los responsables de Kaebnai, quienes añaden que «queremos que vean la riqueza que aportan otras culturas, y todas las cosas positivas que nos trae la inmigración».

Por otro lado, han tratado de mostrar cómo responde la sociedad actual a la inmigración. Todo ello como un medio para reflexionar y ser críticos con algunas actuaciones discriminatorias.

Mezcla de culturas

El nombre de Kaebnai responde en realidad a las siglas de Kultur Arteko Ekintza Berria – Nueva Acción Intercultural. Es una asociación de educadores que pretende ofrecer un servicio de sensibilización, mediación y formación en lo intercultural a través de seis áreas de trabajo: la orientación y el asesoramiento, la sensibilización, la formación, la mediación, la documentación y la investigación.

Entre éstas, destaca el zoco, cuya idea parte de que «nuestra vida cotidiana está llena de mestizajes». En palabras de Jorge Sáez, coordinador de proyectos de Kaebnai, «se plantea a través de un mercado con un montón de tiendas en las que se ‘venden’ diferentes productos, materias primas y otros elementos de nuestra cotidianeidad».

En realidad, lejos de venderse nada, se lleva a cabo una simulación para hacer reflexionar a los participantes. «Toda nuestra cotidianeidad es una suma de esas aportaciones; un enriquecimiento cultural que es fruto de siglos de historia», indica Sáez.

El evento en cifras

El resultado de esta experiencia en la que, junto a escolares de Errenteria también han participado alumnos de toda Gipuzkoa, es un proyecto en el que se involucran cada año trabajando más de 100 personas, entre una docena de personas inmigradas, en torno a 50 monitores voluntarios; y alrededor de 60 profesores de los centros participantes.

Cerrada ya su programación, sus organizadores estiman que se ha registrado una participación estimada de 1.000 jóvenes de Primaria y Secundaria. «Por otro lado, el zoco también ha abierto sus puertas en las mismas fechas a más de 1.000 adultos de EPAS, Aulas de la Experiencia, Asociaciones de Mayores… de toda la provincia que han pasado por el colegio Mª Inmaculada de Gros. En total, han sido alrededor de 2.000 personas las que han visitado esta singular exposición y han participado dentro del proyecto».

El zoco de Kaebnai está cofinanciado por el departamento de Política Social de la Diputación; la Dirección de Inmigración del Gobierno Vasco y el departamento de Cooperación y Tolerancia del Ayuntamiento de San Sebastián.