Una niña, sexta fallecida por la explosión de gas de Gavà

El País, F. BALSELLS, 10-12-2008

Yomara Cortés, de 11 años y con quemaduras en el 80% de su cuerpo, sufrió un paro cardíaco ayer alrededor de las 18.00. Un cuarto de hora después se convertía en la sexta víctima mortal por la explosión de gas que arrasó un edificio en Gavà (Barcelona) hace hoy una semana.

El fallecimiento supuso un mazazo imposible de medir para la familia Fernández, de etnia gitana, que ve caer al sexto miembro de su clan en seis días. También para los ánimos del personal del centro sanitario Vall d’Hebrón, que por la mañana confiaba en contener el goteo de muertos. El estado de salud de Yomara, el primer niño fallecido en el incidente, no se consideró crítico hasta el mediodía de ayer.

Otras 16 personas siguen ingresadas por quemaduras, diez de las cuales se encontraban muy graves anoche. Entre ellos se halla una niña de diez años que acumula varios días en estado crítico pero con relativa estabilidad. “Es una alegría, resiste más de lo que creíamos”, comentó a primera hora de la mañana un enfermero del centro.

La mejoría parecía extenderse entre el resto de pacientes: el hospital empezó ayer a operarles para retirarles la piel carbonizada. Un proceso que reduce los riesgos porque evita que la toxicidad de las quemaduras se filtre a la sangre, motivo que propició el fallecimiento de las cinco primeras víctimas. “No podemos decir que mejoren, pero están mejor”, dijo un médico a primera hora de la tarde. Tras la muerte de Yomara, el conato de optimismo quedó en nada.

Yomara formaba parte del clan de los Fernández pero por la rama de los Cortés, con parentesco con el resto de fallecidos. “Da igual. Aquí somos todos uno”, subrayó a media mañana un familiar, Juan Fernández, cuando sólo las caras largas, los ajetreos y rumores auguraban el empeoramiento súbito de alguno de los ingresados.

En Ca n’Espinós, el arrabal de Gavà donde sucedió la deflagración, el suministro de gas mantiene divididos a los vecinos. Fuentes de Gas Natural explicaron ayer que la compañía está preparada desde el jueves para reestablecer el suministro, pero los vecinos, traumatizados por la explosión, no se ponen de acuerdo en si volver a conectar el gas. “Hay que hacer una reunión entre todos los vecinos para decidir si hay que tener gas natural en el barrio o no”, apuntaron ayer varios afectados.

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