R. C.

LAS PALMAS. Un pesquero dio el aviso, pero ya era tarde. Cuando llegó la Salvamar «Punta Salinas», uno de los 69 pasajeros del cayuco que había zarpado de las costas africanas con destino a Canarias ya había muerto.

Entre sus compañeros de viaje habría unos doce menores de edad, aunque aún se está a la espera de las pruebas oseométricas que determinen cuántos años tiene cada uno.

Todo comenzó cuando la tripulación de un pesquero español, el «Pinzón Pesca», auxilió la noche del sábado a los inmigrantes, que en un principio se pensaba que eran 66, y que fueron localizados a 150 millas náuticas – 277 kilómetros – al sur de Gran Canaria hasta la llegada de Salvamento Marítimo, que comprobó que uno de ellos ya había fallecido.

Los 68 inmigrantes clandestinos restantes llegaron en las primeras horas de ayer domingo al puerto grancanario de Arguineguín a bordo de una embarcación de Salvamento Marítimo. Muchos tuvieron que ser desembarcados en camilla debido a que padecían dolores musculares o síntomas de hipotermia.