El goteo de intentos de asalto a la valla fronteriza que separa Ceuta de la localidad marroquí de Beliones es lento y constante pero sin punto de comparación al drama que se revive en la ciudad hermana de Melilla. La Guardia Civil de Ceuta reconoció a EFE un incremento en los intentos de entrada ilegal de inmigrantes por la valla que separa la ciudad de Marruecos al registrarse al menos cuatro intentos en la última semana.
Los inmigrantes, en pequeños grupos, están asaltando el doble vallado fronterizo con una mayor frecuencia, aunque la Guardia Civil ha determinado que los grupos no suelen lograrlo. Pero en este incremento tienes matices, ya que influye sensiblemente el sistema de contabilidad de estos intentos que lleva a cabo la Guardia Civil. Y es que cada avistamiento se contabiliza como una intentona, aunque sea el mismo inmigrante el que lo intenta una y otra vez, circunstancia que ocurre muy a menudo; o aunque haya sido avistado a gran distancia de la valla.
Según la Guardia Civil ha determinado que estos inmigrantes viven muy cerca de la valla fronteriza, ocultos en los bosques de Beliones en campamentos utilizados anteriormente desde la crisis de 2005. Un grupo «pequeño» que está integrado por apenas una treintena de personas, según datos de la gendarmería marroquí. Fuentes oficiales restan importancia a estos asentamientos y subrayan que los pocos intentos reales de asalto a la valla fronteriza son de reducidos grupos.
Más intentos
Unos intentos que se han multiplicado en las últimas semanas por varios motivos. El primero de ellos es el recrudecimiento del invierno, cuyas bajas temperaturas empujan a los inmigrantes a intentar por todos los medios cruzar la valla para poder pasar estos meses en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta. Otras fuentes consultadas apuntan a un intento de emular a sus compañeros de Melilla donde sí se están multiplicando los intentos de asalto a la valla fronteriza.
Organizaciones no gubernamentales ya alertaron sobre la presencia de inmigrantes subsaharianos en este bosque cercano a la valla fronteriza conocido como Jbel Musa. Entre los subsaharianos hay varios bebés, menores y mujeres, al menos una de ellas embarazada.
La mayoría de estos subsaharianos procede de Mali y Gabón, han establecido un pequeño asentamiento en los bosques hecho a base de tiendas de plástico. En 2005 más de 700 personas llegaron a vivir escondidas en los bosques marroquíes de Beliones, a la espera de entrar en la ciudad de forma clandestina.No obstante, las fuentes consultadas no creen que se pueda producir un asalto masivo al vallado tal y como sucede estos días en Melilla y como sucedió en 2005.
Pero la presión migratoria no se limita sólo al vallado. Sólo en 2007, la Guardia Civil interceptó a 1.675 inmigrantes irregulares.