La Audiencia Provincial suspende la vista contra 13 ‘Latin Kings’ por el asesinato de Jimmy Junior Ureña, muerto en 2005 de 18 puñaladas. Uno de los acusados, que estaba en libertad, no se presentó. El juicio podría reanudarse en enero El juicio por asesinato contra 13 Latin Kings que debía empezar ayer en la Audiencia Provincial tuvo que suspenderse. Uno de los acusados, que estaba en libertad, no se presentó en la sala. Se trata de Robert Antonio V.D., ecuatoriano, igual que el resto de los acusados. El 4 de noviembre de 2005, Jimmy Junior Ureña, un chico ecuatoriano de 18 años recién cumplidos, fue asesinado en el distrito madrileño de Ciudad Lineal.

Ayer tenía que comenzar el juicio y se presentaron los otros 12 acusados, de los que ocho están en prisión. Sin embargo, al ver que Robert Antonio no acudía, se decidió suspender el juicio y ordenar la busca y captura del imputado.

La Sección 23 de la Audiencia es la encargada de juzgar este caso, y el fiscal pide para algunos de los acusados hasta 29 años de cárcel. El juicio tenía que durar hasta el próximo jueves, aunque ahora es probable que no se celebre hasta enero, suponiendo que para entonces hayan capturado a Robert Antonio.

Algunos de los acusados por este caso ya fueron juzgados y condenados recientemente por el asesinato de Wilson Fernando Ríos Ordóñez, un joven al que mataron en Plaza Elíptica al confundirle con un Ñeta. A Jimmy también le tomaron por uno de la banda rival.

Robert Antonio salió en libertad tras ese juicio, y lo más curioso es que ha estado acudiendo al juzgado cada 15 días para firmar, y la Policía le había retirado el pasaporte para evitar fugas.

De hecho, la semana pasada acudió a firmar, como había hecho hasta ahora, según explicaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Por eso es extraño que el acusado no se presentara ayer al juicio.

El crimen en el que murió Jimmy fue una emboscada siniestra: los Latin Kings habían planeado atacar desde las cuatro calles que desembocan en la plaza donde estaba Jimmy con sus amigos. A las 23.30 horas, varios grupos muy numerosos llegaron desde todos los frentes, empezaron a pegar a las chicas y fueron directos a por Jimmy, según relataron las propias amigas del fallecido la noche del suceso. Le asestaron 18 puñaladas con dos cuchillos distintos, mientras varios Latin más le pegaban puñetazos y patadas.

Confundieron al joven con un Ñeta, pero no pertenecía a ninguna banda. Este asesinato supuso el principio del fin para los Latin Kings. Hubo una macrorredada con más de 30 detenidos, se comenzó a imputarles asociación ilícita y se les descabezó. Desde entonces, las bandas latinas perdieron toda la fuerza que habían tomado en pocos años. Pero la familia de Jimmy aún espera justicia. «Mi hijo vino a buscarse la vida y en seis meses se la quitaron», dijo ayer su madre, Jaqueline del Villar.