El pleno de Les Corts alumbró ayer la que se convertirá en la primera Ley de Integración de inmigrantes en el territorio nacional. A las doce en punto, los 50 votos del PP (por 38 en contra de la oposición) permitían el nacimiento de una novedosa legislación que facilitará una mejor inserción de los extranjeros en la vida cultural y laboral de la Comunitat.

La nueva Ley es fruto del diálogo y la participación de más de un centenar de entidades, aunque surge con el rechazo de los dos principales grupos de la oposición, PSPV y Compromís, y de algunas asociaciones que tildan la norma de “xenófoba” y “cercenadora de derechos”.

El conseller de Inmigración y padre de la innovadora legislación, Rafael Blasco, se felicitó ayer de que la Comunitat se convierta en pionera, aunque instó al Gobierno central a que la propuesta autonómica pueda servir de avanzadilla en aras de un “gran acuerdo estatal” para una norma consensuada entre PP y PSOE para la “tan necesaria integración”.

La Ley de Integración culminó ayer su último paso legal tras su aprobación por el pleno del Consell el pasado mes de agosto. Dentro del debate en el Parlamento autonómico, los votos del grupo popular fueron suficientes para frenar las 120 enmiendas que PSPV y Compromís presentaron a la nueva norma. El proyecto abarca un conjunto de derechos y medidas sociales en materia de sanidad, educación, vivienda, atención a mujeres o a menores, que garantizarán la plena ciudadanía de todos los inmigrantes. Entre esas medidas destaca el compromiso de integración, una iniciativa que ya aplican con éxito desde hace años países europeos como Francia, Bélgica, Reino Unido o Alemania. Su objetivo principal es el de facilitar la incorporación de los inmigrantes a todos aquellos recursos sociales sobre los que la Generalitat tienen competencias. Así, un recién llegado a la Comunitat puede conocer la realidad socieconómica, las instituciones, la cultura o los idiomas oficiales. Conocimientos que quedarán constatados con un certificado que acreditará laboralmente la integración.


Voces discordantes

La diputada socialista Núria Espí aseguró ayer en Les Corts que la Ley “no aporta nada” en el ámbito jurídico para los inmigrantes y criticó que a pesar de ser un texto de Integración no habla de “acogida”, por lo que planteó la creación de un servicio autonómico a tal efecto

En cuanto al compromiso de integración , Espí señaló que es “grotesco” y una “auténtica barbaridad”, ya que en cuestión de acogida e integración “hay que poner los mecanismos” para que la persona inmigrante “encuentre facilidades”. Esto debe realizarse a través de los Ayuntamientos, apuntó.

Espí explicó al PP y al Consell que si creen que “están haciendo una buena obra, se están equivocando porque no están reglamentando para facilitar la convivencia” y cuando dentro de un tiempo “nos preguntemos por qué ha ocurrido un conflicto en algún barrio, recordaré las maravillas de esta Ley”.

Por su parte, la portavoz del Compromís, Mónica Oltra, negó el apoyo de su grupo a la nueva legislación, ya que en su opinión el proyecto “conduce a la xenofobia y al racismo” porque dejan al inmigrante en una situación de “inferioridad”. Oltra advirtió que de aquí a un tiempo acabará provocando situaciones de “conflictividad y discriminación”.

La representante de la agrupación de diputados no adscritos, Glòria Marcos, renegó de la Ley de Integración porque bajo su criterio, es “capciosa y cicatera”, ya que deja fuera a los 150.000 inmigrantes sin papeles que conviven en la Comunitat.

Por su parte, el diputado del PP Eduardo Ovejero aseguró que “más del 80% de la población española está de acuerdo en términos generales con el compromiso de integración” y se mostró convencido de que la “gran mayoría” de los valencianos valoran que, desde el respeto a lo que uno representa, los inmigrantes “se esfuercen por asumir los valores” de la Constitución y la democracia.

La Ley de Integración, desde ayer en marcha beneficiará a las más de 830.000 personas extranjeras que viven en la Comunitat Valenciana.

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