La mafia mexicana envía a Barcelona a jóvenes sicarios para 'conquistar' la UE

El Periodico, ANTONIO BAQUERO, 24-11-2008

Los cárteles mexicanos de la droga – – las mayores mafias de la droga del planeta – – están penetrando en Europa con la intención de controlar de principio a fin todo el tráfico de cocaína y con la aspiración de monopolizar otros lucrativos negocios ilegales como son el tráfico de armas, la prostitución y la trata de personas. En su hoja de ruta criminal, Barcelona está subrayada en rojo y juega un papel fundamental como base logística para esta expansión mafiosa, al igual que otras grandes ciudades europeas.
Tal y como explican a EL PERIÓDICO dos responsables de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), “los cárteles mexicanos están enviado a Barcelona y a otras ciudades como Madrid, Málaga, Bilbao, Oslo y Amsterdam a jóvenes sicarios de las maras centroamericanas para que sean la avanzadilla que conquiste esos territorios”.

ALERTA ROJA EN LA ZONA
Los responsables de la ONUDD lanzan esa alerta roja tras recabar información de las policías de los países implicados. “Sabemos que los cárteles de Sinaloa, el Golfo y Tijuana están entrenando a jóvenes mareros y pandilleros. Con ellos pretenden expandirse en Europa. El tiempo en que las maras eran un problema centroamericano ya se acabó. Ahora son una amenaza también para Europa”, explica José Manuel Martínez, representante regional de la ONUDD en México, Centroamérica y el Caribe.
Los cárteles están reclutando sobre todo entre los miembros de la mara Salvatrucha (salvadoreños, nicaragüenses y hondureños) y los kaibilies (exboinas verdes del Ejército de Guatemala). El entrenamiento lo llevan a cabo los Zetas y los Negros, dos grupos a sueldo de los cárteles integrados por exmiembros de las unidades de operaciones especiales mexicanas. Este responsable señala que hay 211 células de mareros, tanto centroamericanos como caribeños, que están siendo financiados y entrenados por los cárteles. Varios de esos jóvenes ya han sido enviados a Europa, sobre todo a España.
De Andrés traza con precisión la intención de los cárteles mexicanos: “Estas organizaciones criminales no se dedican solo al tráfico de droga. Ahora funcionan como grandes multinacionales. Lo que hacen es ocupar territorios enteros donde diversifican al máximo sus actividades. Han venido a España a hacerse con el mercado de todas las actividades delictivas (prostitución, tráfico de armas e inmigración ilegal)”.

CORREDORES ENTRE CIUDADES
Amado Philipe de Andrés, responsable de la coordinación operativa para México y Centroamérica en la sede de la ONUDD en Viena, es contundente: “Los cárteles entrenan a miembros de las maras que no están fichados, y luego los envían como vanguardia operativa a ciudades como Barcelona o Madrid”. ¿Por qué España? “Porque, igual que utilizan este país como puerta a Europa de la cocaína, los cárteles mexicanos la usan como puerta de entrada para su penetración en la UE”, cuenta De Andrés.
La intención es convertirse en lo que, según este responsable de la ONUDD, se define como middle men, un intermediario, un término con el que se describe al coordinador local de un ente criminal. “Es una persona que se dedica a hacer de intermediario en operaciones y que también puede actuar de apoyo a los sicarios”, señala y resalta una de sus principales tareas: “Establecen corredores entre urbes europeas, vías seguras por las que hacer transitar todo tipo de mercancías ilegales”.
De Andrés detalla sus primeros pasos en Europa: “Primero intentan integrarse en organizaciones latinas que ya operan a nivel local. Como los cárteles les proporcionan la financiación que necesitan y como son mucho más violentos que los que hay en Europa, no tardan en hacerse con el control”. También sacan partido a las nacionalidades. “Un ejemplo son chicos dominicanos de la mara Salvatrucha”, dice.

EL FINAL DE LOS TATUAJES
Según un sociólogo español experto en las maras, “estos jóvenes mareros se están insertando en bandas como los Latin King, los Ñetas y los Crips”. “Para pasar desapercibidos, incluso han dejado de tatuarse, un símbolo fundamental en las maras”, añade.

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