Gestionar un conflicto confesional

El Mundo, MARTA R. FONT, 24-11-2008

La apertura de mezquitas en determinados barrios o poblaciones genera, en algunas ocasiones, conflictos con los vecinos. A principios de año, la comunidad musulmana de Torroella de Montgrí tuvo problemas de espacio en la mezquita de la calle Figueres, con capacidad para unas 60 personas y ocupada por unas 150, y empezaron a orar en la acera. Esto provocó las quejas de los vecinos y requirió la intervención municipal.


Tras dialogar con los representantes de ésta y las demás confesiones que hay en el municipio, se llegó al acuerdo de que se les cederían unas aulas en el antiguo convento de los Agustines, ahora convertido en centro para adultos, y que a la larga se instalarían en el polígono industrial, ya que, como explicó a los vecinos el alcalde, Joan Margall (UPM), a medio plazo éste es el lugar donde debe abrirse cualquier centro de culto.


La comunidad musulmana aceptó la propuesta del Gobierno municipal de rezar en dos aulas del antiguo convento y el siguiente viernes ya oraron allí con total tranquilidad y sin ningún problema con los vecinos.


El diálogo se mantuvo, y tras estudiar sus opciones, la comunidad musulmana de Torroella de Montgrí hizo una paga y señal de 200.000 euros a principios de junio para adquirir un terreno en el polígono de la población y trasladar la mezquita allí, en un espacio que está prácticamente unido al núcleo urbano y además dispone de zona de aparcamiento.


El terreno mide unos 1.900 metros cuadrados y les costará 550.000 euros. Para realizar esta compra, la comunidad pidió a cada miembro el sueldo de un mes. Cuando dispongan de más recursos los dedicarán a la construcción del centro de culto.

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