Por cada chino que llegó en 2007, ahora lo hacen 6

El Universo, POR MARCIA BARZOLA C. Y CECILIA PUGO, 23-11-2008

En el 500% subió el porcentaje de ingreso de ciudadanos chinos a Ecuador, por la eliminación de la exigencia de visa a los extranjeros. El país, según la Policía y la Fiscalía, sirve de enlace para el acceso ilegal a EE.UU.

Entre el pasado 8 y 15 de noviembre, 73 chinos fueron detenidos: 28 hacinados en una habitación y 45 en un barco que navegaba en alta mar. En reportes a la Policía dijeron que vinieron al país como turistas, pero los investigadores señalan que hay evidencias de que usan al Ecuador como enlace para acceder ilegalmente a EE.UU.

Estadísticas policiales revelan un aumento del ingreso de chinos tras la eliminación de visas a extranjeros, decretada por el Gobierno el pasado 20 de junio. De 2.875 arribos antes de la medida, la cifra pasó a 7.837 en los tres meses siguientes.

Las autoridades policiales indican que la medida es aprovechada por mafias de trata de migrantes que cobrarían $ 70 mil por el viaje.

El año pasado arribaban 13 por día, hoy son 78. “Mafias chinas” cobran hasta $ 70 mil para llevar a sus compatriotas hacia los Estados Unidos.

Recostados sobre delgadas esponjas o en gastadas páginas de periódicos, agotados, sudorosos y con la prohibición de salir de un departamento ubicado en las calles Pedro Moncayo, entre Quisquís y Luis Urdaneta, en el centro de Guayaquil, fueron encontrados  el 8 de noviembre pasado 28 ciudadanos chinos.

Ocupaban apenas tres dormitorios que, pese a las altas temperaturas de la ciudad, no tenían ventilación. Para hacer sus necesidades fisiológicas formaban filas. Solo contaban con un baño. Las ventanas habían sido cerradas y cubiertas con papel periódico y toda la alimentación se las proporcionaba el chifa Asadero Chino, ubicado en las calles Pedro Moncayo, entre Quisquís y Primero de Mayo. Así lo indica el parte policial del caso.

“Por la forma cómo estaban: tirados en el suelo, hacinados y más de diez hombres en un solo cuarto, se trata de un tráfico ilegal de personas”, refiere la fiscal Mónica Rivera Navarro, encargada del allanamiento realizado a las 14:30 de aquel sábado.

Si se tratase de verdaderos turistas, a la hora que se realizó el operativo ellos debían estar paseando, pero los tenían encerrados, asevera Abraham Cheing, fiscal que al momento investiga tres casos de tráfico de asiáticos. “Se ha inflado el ingreso de ciudadanos chinos al país desde que se anuló la visa”, sostiene.

Él se refiere a que desde el 20 de junio pasado, cuando el Gobierno decidió retirar la visa a los extranjeros que llegan, ingresaron 7.873 chinos y 2.557 salieron sellando pasaportes hasta el 30 de septiembre.

Antes que entre en vigencia la medida, desde enero al 19 de junio, llegaron 2.875 y salieron 2.269. Lo que indica que antes venían 16 por día, ahora ya son 78.

En el 2007, entraban 13 por día. Lo que quiere decir que los ingresos  subieron en un  387% entre junio y octubre de este año y en un 500% en relación al 2007, cuando llegaron 4.855.

Aunque la intención del Gobierno era fortalecer las relaciones bilaterales y promocionar el turismo, con esa medida no todos los chinos que han llegado al país lo han hecho por turismo, porque ya se ha detectado “mal uso de visas y documentos con sellos y timbres falsos”, sostiene un investigador de la Policía Judicial que prefiere proteger su identidad, y asevera que “el objetivo principal de los ciudadanos chinos es llegar a  los Estados Unidos, no visitar Ecuador”.

Las investigaciones por tráfico de ciudadanos chinos recién  empezaron en octubre cuando se comenzó a detectar la ilegalidad; sin embargo, las primeras indagaciones llevan a la Policía y a la Unidad de Delitos Migratorios de la Fiscalía a deducir que en el país opera una banda internacional de las conocidas “mafias chinas” y que cada persona estaría pagando 70 mil dólares por ir a Estados Unidos, haciendo escala en Ecuador.

El país es “la  puerta abierta” para este ilícito, pues es el único en América que permite el ingreso de chinos sin necesidad de visa, al igual que los de otras 129 naciones del mundo. En el 2007, Colombia mantuvo una medida similar con el objetivo de facilitar el turismo e inversión chinos, pero solo estuvo vigente cuatro meses. La suprimió por los abusos de “mafias chinas de tráfico de personas”, concluyeron autoridades de ese país.

En Ecuador, el tráfico de chinos se evidenció más el pasado 15 de noviembre cuando 45 asiáticos fueron encontrados en alta mar por el guardacostas Isla Puná, frente al balneario de Same, en el cantón Atacames, de Esmeraldas. Según las pesquisas, viajaban de manera ilegal en un barco pesquero. La escena que halló la marina era parecida a las protagonizadas por migrantes ecuatorianos encontrados en la travesía a Estados Unidos a través de Centroamérica.

“Este es un verdadero negocio para las mafias o coyoteros, que creció cuando se anuló el requisito de la visa para entrar”, explica el intendente de Policía del Guayas, Julio César Quiñónez.

Otro de los casos que maneja ahora la Fiscalía es el de Dai Nin Meng, de 44 años; Xingshun Chen, de 37; y Yonggai Liu, de 31, quienes el pasado 12 de noviembre fueron detenidos acusados de liderar el “tráfico de personas”. Con ellos estaba el ecuatoriano Mennis Tomás Valdivieso Vázquez, de 43, quien al ser apresado dijo que era agente de policía. Después, Cheing determinó que no pertenece a esa institución.

Él también portaba tarjetas  de identificación personal, en las que se presentaba como un “asesor internacional de documentación migratoria”.

Todos fueron detenidos en las calles Sucre y Pichincha, en el centro,  y se los responsabiliza de haber liderado la migración ilegal de 28 ciudadanos chinos que, en completo hacinamiento, habían sido encontrados cuatro días antes en el departamento de la calle Pedro Moncayo.

Pero el crecimiento de la migración china no solo preocupa a las autoridades locales sino también a cientos de comerciantes chinos asentados en  la Bahía de Guayaquil, quienes desde ya advierten que el país podría enfrentar graves problemas de seguridad, pues la eliminación del visado abre las puertas al ingreso de todo tipo de chinos, incluso de delincuentes.

“De donde venimos no hay trabajo y hay mucha delincuencia. Esa gente va a llegar para hacernos daño incluso más dirigido a nosotros los chinos”, dice una ciudadana asiática que prefiere proteger su identidad.

Otra comerciante china solicita al Gobierno que se limite el ingreso a sus connacionales para evitar problemas. La mujer, que tiene un puesto de venta de calzados, coincide en que pueden venir delincuentes e incluso señala que proceden de las provincias Canton y Fujian, del sur chino, de donde también vienen los traficantes de personas.

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